Carlos Isaac y Brugman se cuelan en el podio de las cesiones

En una de sus primeras comparecencias tras aterrizar en el Real Oviedo, Rubén Reyes aseguró que una de sus principales consignas era la de proporcionar al club un equipo de garantías y a varios años vista. Pese a ello, es complicado que los cuadros de la categoría de plata del fútbol español no cuenten con algún jugador cedido. Y es aquí, en los préstamos durante una o media temporada, donde muchos futbolistas han mostrado una de las mejores versiones de su carrera. En los últimos años, son muchos los nombres que se vienen a la cabeza de los aficionados. Brugman y Carlos Isaac, en la presente campaña, son solo dos ejemplos más. 

En una de las temporadas más complicadas para el Real Oviedo en los últimos años, en la 2019-2020, las cesiones que el club logró al inicio y a mitad de temporada acabaron siendo la base sobre la que se asentó la salvación. Ortuño llegó desde Albacete para recuperar su mejor versión, y se marchó con 15 goles tras una campaña sensacional. Lunin y Luismi, que llegaron en enero, fueron titulares indiscutibles y piezas clave para lograr la permanencia. Los dos venían de no jugar, y en la capital de Asturias recuperaron su mejor nivel. En el caso del mediocentro andaluz, su nombre salió a la palestra en muchos mercados, hasta que en la pasada ventana estival, la entidad hizo realidad el deseo de muchos aficionados. 

Una temporada antes, en su primer contacto con la zamarra azul, Yoel Bárcenas enamoró al Carlos Tartiere. En su primera campaña, el panameño fue titular indiscutible. Jugó 37 partidos, anotó seis goles y repartió tres asistencias, siendo uno de los jugadores más destacados de aquel Real Oviedo. Sus buenas actuaciones favorecieron un esfuerzo de la entidad carbayona por volver a contar con su cesión en la siguiente temporada, en la ya aludida 2019-2020. Una campaña difícil en la que el internacional volvió a ser clave, disputando 34 partidos, con ocho goles y una asistencia en su cuenta particular. 

La pasada campaña, el equipo volvió a tener en los cedidos a algunos de sus jugadores más importantes. Hubo uno, sobre todo, que destacó por encima del resto. Nahuel Leiva se adaptó a la perfección a la ciudad y a su nuevo equipo para ser uno de los mejores jugadores del año. El pasado verano, pese a los esfuerzos por hacerse con sus servicios, el Tenerife no dio a torcer su brazo. Llamado a ser uno de los jugadores claves en el cuadro tinerfeño, una grave lesión le ha impedido debutar en la presente campaña. Se espera, eso sí, que lo haga el próximo mes de marzo, ya que ahora mismo, el atacante se encuentra en la última fase de su recuperación. 

Los deseos actuales
Las cesiones también se han hecho notar en la presente temporada. Gastón Brugman ya es indiscutible para todos. Un jugador muy querido por la grada e indiscutible para su entrenador. El mediocentro ha recuperado su mejor nivel en el equipo oviedista, donde ha jugado siempre que ha estado disponible. Debutó ante el Huesca en la jornada cuatro, y desde entonces se ha convertido en pieza clave dentro del esquema de Ziganda. Suma 1.404 minutos repartidos en 19 encuentros, en los que ha logrado anotar dos goles y regalar otro. Ahora mismo, no se concibe un Real Oviedo sin el uruguayo sobre el verde. 

El otro caso, aunque diferente al de Brugman, es el de Carlos Isaac. El lateral salió cedido por el Alavés, algo que no gustó a muchos de sus aficionados, ya que le veían sitio en el equipo que compite ahora mismo en Primera División. Aunque le costó entrar en un once donde el lateral diestro parecía ser de Lucas Ahijado, el zaguero es uno de los intocables en estos momentos. Desde su entrada en el once en la victoria en Ponferrada, siempre que ha estado disponible ha participado, siendo titular en sus seis últimos encuentros.