Dos conversaciones privadas y la virtud de rectificar
Christian Rivera volvió a dejar una gran imagen y Ramírez explicó el 'ultimátum' que le dio alas al gijonés
Las buenas sensaciones del Sporting de Gijón ante Levante y Leganés no fructificaron en el mayor de los botines. Sendos empates tras ser superior a rivales de entidad dejan un regusto amargo y dulce. Dentro de las similitudes entre ambos partidos, emerge la figura del '17'. Christian Rivera volvió a demostrar las condiciones que atesora con una tarde más que notable ante el Leganés en El Molinón.
El buen nivel de Christian Rivera no pilla desprevenido a Miguel Ángel Ramírez. El canario sabe las condiciones que tiene el gijonés y todo lo que es capaz de dar. También es consciente, al igual que el jugador, que en el pasado no dio todo. Por eso mantuvo una conversación directa con él antes de comenzar la temporada. Una especie de ultimátum que Rivera aceptó. Y por el momento está cumpliendo.
"Fui muy claro con él y él conmigo. Le dije que se tenía que marchar, que no contaba con él, pero tenía contrato y estaba en su derecho. Tuvimos esa conversación, se comprometió conmigo y él conmigo. Lo único que hemos hecho es cumplir nuestra palabra. Yo ser el mejor entrenador posible para él y él el mejor futbolista para mí. Se está cuidando mucho y por eso está compitiendo así. Su reto es mantenerse así y mejorar", explicaba el entrenador del Sporting.
Tras el propio Ramírez, apareció Christian Rivera. Dentro de la molestia general por el arbitraje recibido en los dos últimos partidos, el centrocampista gijonés fue cuestionado por la conversación que mantuvo con el entrenador durante el verano. "Tuvimos una conversación en la que me dijo que no contaba conmigo. Le dije que iba a dar todo por conseguir el puesto y por hacer lo que igual no había hecho en otras ocasiones, que era luchar hasta el final. Creo que lo estoy consiguiendo, ahora el reto es mantenerlo", explicaba el gijonés.
Christian Rivera está dando pasos adelante. Por primera vez en este curso completó los 90 minutos de juego, algo que no había conseguido hasta ahora por cansancio físico. Al igual que ante el Levante, lo hizo de nota ante el Leganés. Un futbolista diferencial cuando las cosas le salen en los dos aspectos. En defensa volvió a ser el mejor complemento para los centrales y en el ataque siendo un buen creador de juego. Unos 90 minutos más que reivindican su importancia en el equipo y que el pacto realizado con Ramírez está surgiendo su efecto.
No fue la única conversación de Miguel Ángel Ramírez este verano que está teniendo efecto en la actualidad. Cali Izquierdoz es el segundo ejemplo de que los 'ultimátum' de Ramírez surten su reacción. "Mas o menos tuvimos la misma conversación que tuve con Rivera. Y a partir de ahí nos comprometimos el uno con el otro y los dos estamos cumpliendo. Lo que está haciendo se lo ha labrado con su día a día, no tiene malos días entrenando. Con palabras suyas, él quiere hacer historia en este club", explicó.