El Alimerka Oviedo despide el año con derrota ante el Andorra
Los carbayones cayeron este jueves a domicilio ante el equipo de Natxo Lezkano (79-60) en el último encuentro del 2022
El Alimerka Oviedo Baloncesto ha caído este jueves a domicilio ante Morabanc Andorra por 79-60. Los carbayones cierran el año con un balance de cuatro victorias y diez derrotas, aunque la buena noticia es que iniciarán el 2023 fuera de los puestos de descenso.
El inicio del partido fue bueno, especialmente en lo defensivo. Los carbayones plantearon variantes defensivas para protegerse, liberando a Romeo Crouch y apostando por Marc Peñarroya en la dirección. De salida, un 8-20 elocuente y favorable para los intereses de los de Trifón Poch que vieron cómo Andorra se colocaba 17-22 con tres triples seguidos a falta de 1:25 para acabar el primer cuarto.
En el comienzo del segundo, Johnny Dee y, sobre todo, Felipe dos Anjos, el más determinante en la pintura, se encargaron de dar la vuelta al partido (27-24). Pero emergió esa rebeldía ovetense gracias a un triple de Chuso y defensas de mérito. En un solo ataque andorrano Arteaga y Comendador plantaron sendos ‘gorros’ para insuflar ánimos y seguir mandando en un partido que se embarraba.
Ni estaba fino Morabanc ni el OCB veía claro cómo meter mano al líder. De estos minutos y la salida del tercer cuarto iban a pasar muchas de las opciones de los azules, hoy de amarillo. Y lo hizo Romeo de tres y luego Craig también más allá de 6,75 para el 35-39 a falta de 1:30 para el descanso. Lezkano paraba el partido para reflexionar cómo meter mano a un Oviedo con personalidad, mandón.
El tercer cuarto comenzó con un 8-0 de parcial. Un solitario triple de Peñarroya hacía al OCB seguir enganchado pese a penar en el rebote, 45-42 (6:37). A partir de ahí la pista se iba a inclinar. Hasta 10 de ventaja sacó Andorra para el 56-46 y tiempo de Poch. Llegó la reacción y Crouch y Brown colocaron el 56-50 a falta de dos para el periodo decisivo. No pudo el Alimerka OCB revertir la situación pese a que el partido no era vistoso en ambos conjuntos. Andorra, sin hacer nada excepcional salvo encontrar al alero liberado en la esquina se fue a sus máximas ventajas.
En los visitantes, la gasolina no daba para más superados en la pintura (42 tantos anotó ahí cerquita el local) y obcecados en ataque hasta que Pruitt acertó y fue bien secundado por Crouch para el 66-58 a falta de 3:43 y tiempo de Lezkano. Quedaban tres minutos y Andorra bajó la persiana. Peor, se puso a disfrutar y anotar a placer ante un rival que lo había dado todo los 37 minutos anteriores. Al final, 79-60.