El mercado de invierno ahora ya da sus frutos 

Tardaron en aparecer, pero ya conocen el dicho: “más vale tarde que nunca”. Los fichajes acometidos por la dirección deportiva del Real Oviedo en el pasado mes de enero empiezan a funcionar a alto rendimiento, y el buen momento del conjunto azul no se entendería sin ellos sobre el campo. Camarasa y Vallejo van aumentando sus prestaciones y ya demuestran por qué vinieron de Primera División. Y otros como Moro, con un papel más residual, también están aportando en otro tipo de contextos. 

Corría el minuto 59´ de partido cuando Manu Vallejo se echó el equipo a la espalda para conseguir la remontada. El gaditano, desde que el colegiado señaló penalti, agarró el balón y estaba convencido de lanzarlo. Tras revisión de VAR, engañó a la perfección a San Román para colocar el empate. Solo cinco minutos después, se quedó solo ante Chakla e hizo una jugada ‘made in Vallejo’, una de esas acciones por las que se convirtió en el ojito derecho de Cervera desde su etapa en Cádiz. 

El «8» es uno de esos futbolistas que primero actúa y luego pregunta, un jugador de mucha calidad para Segunda División que aún no estaba al 100%. El técnico confió en él y con su doblete ya acumula cuatro goles en liga con apenas siete titularidades. Vallejo es el jugador con mejor promedio goleador de la plantilla (un tanto cada 153´) y sus goles han ayudado al equipo a conseguir 12 puntos. 

Otro jugador que tardó en carburar pero que está siendo vital para el Oviedo es Víctor Camarasa. El ex del Betis, completamente recuperado de su lesión, acumula dos titularidades consecutivas y en ambas completó los 90 minutos. El mediocentro es el timón del equipo y cada día que pasa se encuentra más cómodo. Su perfil, carente en la plantilla a excepción de Ángel Montoro, es muy importante para un conjunto como el carbayón. Aporta calma y criterio con la pelota, apenas pierde el esférico y además juega fácil con sus compañeros. Aún no ha estrenado su casillero goleador, pero defensivamente está rindiendo a buen nivel. Prueba de ello fueron sus 7/10 duelos ganados ante la Ponferradina. 

Vallejo y Camarasa se llevan la mayoría de halagos, pero otro de los futbolistas que llegó en enero y que está cumpliendo es Raúl Moro. El extremo está teniendo un papel residual y entra en los últimos minutos para agitar los partidos y buscar los espacios a la contra. Con 249´ a sus espaldas, el futbolista cedido por la Lazio ha dejado buenos detalles en algún encuentro como ante el Lugo, y Cervera suele acudir a él cuando necesita un poco de chispa arriba.

De esta forma, el tiempo parece haber dado la razón a la secretaría técnica azul con alguna de las incorporaciones que hizo en el mercado invernal. Otros, como Juanfran y Sequeira, aún no han podido demostrar su potencial. Eso sí, ambos sufrieron varias lesiones que les mantuvieron alejados de los terrenos un tiempo. 

La plantilla ha dado, aunque tarde, un salto de nivel, y el equipo ya está en la zona tranquila de la tabla. Ahora, con la permanencia certificada, es hora de analizar la situación de cada futbolista e ir planificando la próxima temporada. El club, casi con total seguridad, intentará prolongar la estancia de Vallejo y Camarasa en Asturias, pero sobre todo en el caso del primero no será nada fácil. Con Moro, la situación es diferente, y sus prestaciones en esta recta final pueden ser claves para tomar una decisión u otra, aunque él mismo ya ha reconocido que está muy a gusto en Oviedo.