El sexto de Ziganda

Miguel Ángel Prendes, o Mangel como se le conoce en esto del fútbol, nunca olvidará el 10 de enero de 2022. Corría el minuto 68 de un encuentro liguero frente al Eibar en el Carlos Tartiere. En ese momento, y con los carbayones venciendo por 1-0, Ziganda apostaba por un joven futbolista del año 2001 para tener más presencia en el centro del campo. Un jugador que llegó al municipal ovetense directo desde El Requexón y que se suma a la lista de canteranos que han debutado con Ziganda como entrenador de la entidad asturiana. El mediocentro se suma a Álex Cardero, Dani Sandoval, Javi Moreno, Javi Cueto y Yayo, conociendo de primera mano lo que es jugar con los 'mayores'. Además, no lo hizo en un partido cualquiera, ya que su debut fue en uno de los duelos con más nivel de LaLiga SmartBank. 

En la rueda de prensa posterior al partido, Ziganda destacó que uno de los momentos más felices es cuando le vio saltar al césped, ya que reconoció que "es una alegría para todos cuando le ves la cara de felicidad que tenía". El buen trabajo que el Real Oviedo viene haciendo desde edades muy tempranas se está empezando a notar en el primer equipo. Cada día son más los jugadores de El Requexón que parecen asentarse como fijos dentro del primer equipo, y gran parte de la culpa la tiene Ziganda. El técnico siempre ha defendido la valía de la cantera azul, y sus palabras se reflejan en hechos como el de confiar en un joven de 20 años en uno de los partidos más exigentes de la temporada. O en futbolistas del filial, como Javi Moreno y Javi Cueto, para salir de inicio en otro partido marcado en rojo, como era el de la Ponferradina. 

Sensación increíble la de sentir al Tartiere así de cerca, que día tan especial ! Lastima que se escaparan dos puntos de esa manera…
Gracias @realoviedo pic.twitter.com/ZaHT7saWGy

— Miguel Ángel Prendes (@mangeel__) January 11, 2022

No es raro ver a los futbolistas del Vetusta, algunos de ellos en edad Juvenil, e incluso a algún jugador que forma parte de la plantilla del División de Honor, ejercitándose con el primer equipo, entrando en convocatorias y disfrutando de minutos en partidos oficiales. Una buena seña para que la gente de la casa siga creciendo y desarrollándose. Porque, al margen de la importancia que este hecho tiene para el Real Oviedo como entidad, es un estímulo perfecto a través del que todos los canteranos ven que pueden llegar a cumplir su sueño y debutar en el Carlos Tartiere. Ziganda confía en ellos, y no solo de palabra. 

Los canteranos se asientan con Ziganda
Pero al margen de los debuts, Ziganda también ha apostado por los futbolistas de El Requexón que ya habían debutado con el primer equipo. Son muchas las ocasiones en las que ha reflejado que ellos son el patrimonio del club, y el crecimiento y desarrollo de los Jimmy, Lucas o Viti está estrechamente relacionado con la confianza que llega desde el banquillo. Los casos de Jimmy y Viti, ahora mismo, además, son el mejor espejo en el que reflejarse, ya que a base de trabajo se han ganado su sitio, y actualmente son indispensables. También lo es Borja Sánchez, que antes de la llegada del navarro era también uno de los jugadores más destacados del equipo, pero con el Cuco ha dado un paso más en su desarrollo como profesional. 

Lucas Ahijado, que quizás ha perdido algo de protagonismo ante la irrupción de Carlos Isaac, también es otro de los futbolistas que ha agradecido, y de qué manera, la labor de Ziganda con la cantera. El lateral ha disfrutado de continuidad, sobre todo al inicio de la presente temporada. La temporada pasada, otro de los jugadores salidos de El Requexón, Javi Mier, también fue un jugador importante, llegando a aparecer en 26 encuentros a lo largo de la temporada, acumulando un total de 1.331 minutos sobre el verde. 

La cantera del Real Oviedo coge protagonismo en el primer equipo, y Ziganda ya ha demostrado que es la persona ideal para animar a todos los jugadores del club a seguir trabajando, a sabiendas que en el primer equipo hay alguien que premia este trabajo. Ya lo dijo el pasado mes de diciembre: "Tener jugadores de la casa es vital para cualquier club que se precie de mantener una identidad, unos valores y una línea de trabajo. Jugadores con unos valores que marcan muy claramente el espíritu del club. Si algo les define es el compromiso que tienen con este club, con el trabajo y la disponibilidad que tienen siempre cuando juegan y cuando no juegan".