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El sueño de la sexta Copa de Europa tendrá que esperar

El Telecable cayó con la cabeza alta ante el Palau por 1-2, en un partido muy ajustado y que estuvo marcado por la expulsión de Sara Roces, en el tramo final del encuentro

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Sara Roces en un momento de la final.
Dom, 01/05/2022 - 20:13

No pudo ser y el sueño del Telecable de lograr su sexto título continental tendrá que esperar. Las gijonesas desplegaron su mejor juego en la gran final ante Palau, pero el cuadro catalán se llevo el duelo por 1-2. Un rival que no le puso las cosas nada fáciles a las gijonesas, ya que sacaron todo su potencial para revalidar el título, y así lo hicieron.

Al Telecable le costó entrar en el partido, quizá por el nerviosismo y también por el cansancio y la presión que supone jugar una final de esta envergadura. Ambos equipos dieron espectáculo y demostraron por qué son dos de los mejores conjuntos de la categoría.

Con el paso de los minutos la cosa siguió igual, con un Palau que presionó a las gijonesas, al llegar en varias ocasiones y ante lo que no podía hacer nada el Telecable. Al ver que los minutos pasaban y el guión era el mismo, Fernando Sierra pidió tiempo muerto. La charla del entrenador sirvió a las gijonesas que comenzaron a entrar en el choque, pero a las puertas del descanso y después de aguantar durante toda una primera mitad, en el minuto 25, llegó el primero para las catalanas, para irse al a vestuarios con el 0-1 en el marcador.

Tras la reanudación, llegaría el segundo para las catalanas que fue un gran golpe para el Telecable. Con un Palacio de los Deportes volcado con su equipo, apareció Sara Roces para crear peligro y poner tenso al rival. Unas llegadas que acabaron con un tanto de Sara Lolo. Un gol con el que público creyó en la remontada, al igual que las fabriles que lo dieron todo en al pista para llevarse la copa.

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Con el 1-2 en el marcador, penalti a favor de las gijonesas, que fue fallado por Nuria Almeida, para la decepción del equipo de Fernando Sierra, que se tuvo se levantar en varias ocasiones. La más dura, la tarjeta azul que señalaron a Sara Roces, para acabar el partido con una jugadora menos. De nuevo penalti, pero esta vez a favor de las catalanas, que también fue fallado.

El Telecable creó alguna ocasión más, pero sin acierto al igual que el Palau, en un partido de tú a tú. Y a falta de segundos para acabar, el conjunto gijonés buscó el empate a la desesperada, pero sin fortuna, para perder con la cabeza bien alta en la gran final por un resultado de 1-2.

“Estamos dolidos, porque el equipo se volcó y disputamos cada pelota. Hicimos lo que pudimos, pero al final el rival aprieta. A este equipo no se le puede exigir más. Es una pena, por toda la afición que nos ha apoyado”, confiesa Fernando Sierra.

Sin duda, una de las protagonistas del partido fue Sara Roces, que se va muy dolida. “Tengo un sentimiento amargo, porque Gijón se volcó con nosotras y queríamos agradecérselo con un título, que no ha podido llegar. Hemos sido dos grandes equipos, que hemos dado espectáculo. El próximo año esperemos jugar otra final”.

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Ahora toca pensar en el siguiente objetivo, que no será otro que el de disputar la fase final de la Copa de la Reina. Una cita que tendrá lugar en Lleida del 5 al 8 de mayo. Lo que está claro es que este fin de semana ha ganado el hockey sobre patines, por la gran fiesta que se ha vivido en el Palacio de los Deportes, con 3.500 personas animando a los equipos, lo que supone un récord de asistencia en una final de una Copa de Europa en Gijón.