Hace ya 18 años: Un partido para la historia del Real Oviedo

Ayer se cumplieron 18 años. Fue un 11 de enero diferente en Oviedo. La afición carbayona, con el club viviendo una situación de extrema dificultad, hizo que esa jornada del primer mes del año 2004 pasase a la historia del fútbol. El equipo de la ciudad, el Real Oviedo, se enfrentaba al invento que muchos quisieron promover para dejarle morir. El Oviedo ACF visitaba el Carlos Tartiere, en un derbi capitalino previsto para las cuatro de la tarde de aquel 11 de enero de 2004.

Pero la tarde arrancó mucho antes del pitido inicial. El oviedismo eligió la fecha del partido ante el ACF para reivindicar cuál era el club de la ciudad ante todos los que intentaron apartar el nombre del Real Oviedo del panorama del fútbol, pretendiendo que se espacio lo ocupase otro club. Miles de seguidores azules se dirigieron en una marcha sin incidentes desde el centro de la capital hasta el Carlos Tartiere.

Una vez allí, el Real Oviedo acabaría empatando el duelo frente al ACF (2-2). Los azules se adelantaron en el marcador, lo que provocó que el Tartiere, que congregó a 16.573 espectadores en aquella tarde, explotase de alegría. La celebración del tanto provocó también que una de las vallas de la zona en la que se encontraba Symmachiarii cediese, aunque por fortuna no hubo heridos graves, aunque sí algún herido leve. 

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— Real Oviedo (@RealOviedo) May 30, 2020

La tensión del partido se veía en cada jugada, en cada acción, en cada balón dividido. El ACF llegó a remontar el partido, pero la reacción desde el banquillo de Rivas, que metió al gallego Recamán sobre el césped, que con un cabezazo devolvía el empate al marcador, resultado con el que se llegó al final del choque. El empate mantenía al Real Oviedo con la condición de invicto esa temporada, la cual arrancó con una desventaja de seis puntos respecto a sus rivales. Tras el encuentro ante el ACF, los de Rivas sumaban 11 victorias y 7 empates.

La goleada se produjo en las gradas
El 11 de enero de 2004, el Carlos Tartiere y la afición del Real Oviedo pasaron a la historia tras congregar en el municipal carbayón a 16.573 espectadores. Nunca antes se había registrado una entrada tan alta para un partido de Tercera División. Un partido que no tuvo nada que envidiar al ambiente que se pudo vivir ese mismo domingo en muchos de los campos del fútbol profesional. Un ambiente de Primera en el que el oviedismo dejó claro que al club aún le quedaba una larga vida. 

Hoy, 18 años después, y tras mucha lucha y la fuerza de una afición inigualable, el Real Oviedo pelea por cotas mucho mayores. Los azules pelean por la promoción de ascenso a Primera División. Pero para el regreso en 2015, para pelear por la máxima categoría del fútbol español, hubo que sufrir y pelear para que el club de la ciudad no desapareciese, por mucho que algunos se empeñasen en ello.