
La montaña rusa de Luka Ilic
El serbio vivió su noche más intensa como oviedista: marcó el empate en Mestalla y acabó viendo la roja en una acción muy discutida
La Liga

Hasta el partido en Mestalla, Luka Ilic había sido uno de los nombres más cuestionados del inicio de temporada. Utilizado tanto de mediapunta como en banda, el serbio no había encontrado su sitio en el esquema de Paunovic y sus actuaciones resultaban discretas. Su entrada ante el Valencia, sin embargo, cambió el guion y le convirtió en protagonista de un encuentro vibrante.
Con el Oviedo volcado en busca del empate, Ilic apareció en el minuto 84 para cazar un rebote dentro del área tras un saque de esquina y batir a Agirrezabala, firmando el 1-1. El tanto devolvió la esperanza a los azules y supuso un golpe anímico que acabaría siendo determinante para la remontada. En un momento en el que el equipo necesitaba frescura en tres cuartos, el serbio respondió con la eficacia que hasta ahora se le había negado.
Apenas dos minutos después, Rondón puso el 1-2 y el choque cambió de signo. Paunovic recompuso la zaga con la entrada de Costas y el Oviedo se preparó para resistir las acometidas finales de un Valencia herido. El plan parecía perfecto hasta que, en el minuto 92, Ilic volvió a ser protagonista. Una entrada en la zona ancha, que apenas pareció tener contacto, fue sancionada con segunda amarilla. El serbio se marchó expulsado, dejando a su equipo con diez en los instantes finales.
La acción levantó la indignación en el banquillo azul y en buena parte de la afición visitante, que entendió la decisión como excesiva. Pese a todo, el Oviedo resistió el asedio local y firmó una victoria histórica. Ilic se convirtió en el símbolo de una noche de contrastes: de señalado en jornadas anteriores a héroe momentáneo con su gol, y de ahí a protagonista involuntario de una expulsión rigurosa. Un partido que, sin duda, marcará su trayectoria en este arranque liguero.