Las dos 'manos' claves ante el Mirandés

El Real Oviedo suma y sigue. Los carbayones se impusieron este sábado al Mirandés en el Carlos Tartiere para firmar su sexta victoria de forma consecutiva. 22 de los últimos 24 puntos que hacen a los de José Ángel Ziganda uno de los grandes aspirantes a la zona de promoción de ascenso, aunque tal y como reconoció el técnico a la conclusión del choque, solo se debe pensar en Málaga. Del partido ante los rojillos se extraen muchas conclusiones positivas. También dos momentos clave: uno en relación al VAR y el otro a la portería. La corrección del penalti a Sangalli y la sensacional parada de Femenías previa al tercero de Montiel fueron dos de los momentos más determinantes del choque. 

El Real Oviedo salió mejor que los de Miranda de Ebro en ambas partes. En la primera se adelantó, y a los diez minutos de la segunda llegó una de las polémicas del choque. Jorge Sáenz arrolló con la plancha a Marco Sangalli dentro del área, en una acción que dejó al oviedista tendido sobre el terreno de juego. En primera instancia, el árbitro del partido, Caparrós Hernández, no señaló nada. Cuando el balón salió fuera del terreno de juego, el colegiado fue avisado por el VAR y finalmente sí decretó la pena máxima, bastante clara, que acabaría convirtiendo Borja Bastón en un momento crucial del duelo.

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Minutos después, llegaría la otra gran jugada que marcó el partido. Por primera vez en el encuentro, y al borde del 75, el Mirandés encontró la llave para abrir la zaga oviedista. Una buena combinación en las inmediaciones del área de penalti dejó a Iago López en una posición perfecta para anotar, pero Femenías sacó una providencial mano abajo para enviar el balón a la esquina. Una acción decisiva, pero lo iba a ser aún segundos después. El Mirandés erró en la ejecución del saque de esquina y Borja Sánchez dejó solo a Montiel, que con un disparo por debajo de las piernas de Lozoain cerró el partido. Lo hizo después de otro momento clave.