Los 'lujos' de Miguel Ángel Ramírez
La fiabilidad del Sporting también se traduce en la alta competitividad entre sus jugadores. Rosas, Gaspar y Nacho Martín no jugaron en Andorra
Se entiende que los lujos llegan cuando todo lo básico está cubierto. De lo contrario, los 'caprichos' no suelen ser una buena decisión. El Sporting de Gijón volvió a mostrarse tan sólido en defensa como espeso en ataque. Ramírez sigue buscando el equilibrio.
Sorprendió el técnico con una defensa de cuatro. Y eso que la línea de tres centrales con dos carrileros adelantados parecía una buena opción para seguir la evolución vista en el Tartiere. También por los futbolistas disponibles, con Róber Pier recuperado, el buen momento de Cote y el recurso de Guille Rosas. Al técnico no le gustó el juego ofensivo de su equipo en Oviedo ni el reciente en Andorra. En ese sentido, con tres o dos centrales, el juego no mejoró.
Le costó al Sporting circular el balón con precisión. No tenía claridad para buscar asociaciones y espacios. Los laterales no tuvieron profundidad. Los centros de José Ángel se limitaron a las escasas opciones a balón parado y Pascanu sí que llegó en un par de ocasiones, pero sus golpeos no fueron buenos.
Durante la segunda parte, Ramírez dio la impresión de buscar la victoria. El centro del campo con Nacho Méndez y Roque Mesa parecía una declaración de intenciones. Y por un momento el partido cambió de desarrollo, con intercambios de llegadas por parte de ambos equipos, hasta que el Andorra comenzó a generar más. Fue en ese instante cuando el cuerpo técnico dio un paso atrás en su ambición. Rivera entró por Nacho.
Clave pudo ser la entrada de Hassan, que protagonizó las pocas acciones de ataque del Sporting en la segunda parte. Su suplencia cerró de algún modo la entrada de Gaspar Campos, que por primera vez esta campaña se quedó sin jugar. Queipo entró por la izquierda, Campuzano por Djuka y Otero completó el encuentro entero. Ramírez no encontró un hueco para el canterano, que venía de hacer un gol la jornada anterior.
Otra de las ausencias fue la de Guille Rosas. Las particularidades de Pascanu como lateral diestro convencen al entrenador, que probablemente muy a su pesar no está siendo justo con el rendimiento de Rosas. Impecable en el Tartiere, el gijonés no ha vuelto a tener minutos. Su suplencia es una buena muestra de la competitividad que existe por entrar en la alineación. Tampoco participó Nacho Martín y sí Rivera, quien llevaba sin jugar desde la segunda jornada.
Sin embargo, la competencia mencionada no es la misma en todas las líneas. Sí la hay en el centro del campo, tanto en sus bandas como en la parte central, pero es menor o inexistente en la delantera. Otero y Djuka son fijos, mientras que Campuzano comienza a entrar en la rotación saliendo desde el banquillo.