Los más fijos entre los fijos del Sporting
Ramírez ha dado todos los minutos cuatro de sus jugadores. Por diferentes motivos, tres de ellos no tuvieron protagonismo como rojiblancos el curso pasado
Luis Manso.
Miguel Ángel Ramírez difunde optimismo tras el inicio de campeonato. Está convencido de que el Sporting de Gijón está tomando el camino correcto para interiorizar las claves de la categoría, aumentar su competitividad y poder ocupar una posición alta de la clasificación.
El técnico está insistiendo en el trabajo defensivo. Lejos queda la idea de fútbol con la que llegó. Ramírez ha lucido pragmatismo y capacidad para reinventarse. El Sporting quiere ser un equipo muy solvente en labores defensivas, poderoso y preciso en el centro del campo y vertical en ataque.
Para la primera clave el equipo está contando con dos fijos indiscutibles. Insua y Róber Pier están teniendo la confianza plena del entrenador. El primero, con sus altibajos y a pesar de los resultados, ya completó una temporada correcta el curso pasado. El segundo es un recién llegado que se ha adaptado rápidamente. Su nivel en el Carlos Tartiere fue notable. Ambos fueron el mejor muro para defender los numerosos balones que el Real Oviedo colgó al área de Yáñez.
Precisamente el nuevo portero del equipo es otro de los puntos fuertes del inicio liguero. Se entiende muy bien con sus centrales y está justificando la apuesta de la dirección deportiva, que elevó su oferta más que nadie para poder hacerse con sus servicios. Pier, Insua y Yáñez lo han jugado todo. 450 minutos en cinco partidos.
A continuación, Nacho Méndez, quien también lo ha jugado todo, está siendo la 'sorpresa' agradable. Nadie o pocos dudan de su capacidad. Es un centrocampista con una pausa que le hace diferente al resto de sus compañeros en esa posición. Con el paso de los años ha ganado madurez, constancia y disciplina para cumplir con las directrices tácticas que le marcan desde le banquillo. Y aún tiene margen para progresar. Junto a él, Varane, que se perdió varias citas por lesión, es el jugador atlético que cumple el perfil que el entrenador demandó durante varias intervenciones públicas de la temporada pasada. Un futbolista físico, poderoso en el juego aéreo y en los duelos, que incluso tiene capacidad para romper líneas en conducción.
Por último, Juan Otero es la mayor referencia de la verticalidad atacante que persigue el Sporting. El colombiano se está destapando como delantero. Cada vez se precipita menos y cuando tiene paciencia es capaz de retener el balón y esperar la llegada de los extremos. Prueba de ello fue la jugada de la ocasión de Hassan. Además, por encima de todo, Otero es la mejor arma al contragolpe.
Definidas varias claves, Ramírez espera ahora por la definición. La no llegada del delantero multiplica la necesidad de que Uros Djurdjevic vuelva a dar su mejor versión.
