Que los siete millones no sean por Pedro Díaz

En una nueva tarde gris del Sporting, y ya van demasiadas en esta temporada, Pedro Díaz volvió a intentar esclarecer la situación. El gol del '8' rojiblanco volvió a ser salvador para un equipo que agoniza. En un partido en el que se vio apartado de su zona de confort, el sierense supo esperar su momento para volver a salir al rescate del equipo. Con uno de sus golpeos habituales, Pedro ratificó ser de lo poco salvable en una temporada de suspenso general. Su gol y su constante buen hacer demuestra que el Sporting no se debe plantear alejar a Pedro de Gijón. No hay dinero que lo pague. 

Pedro fue el sacrificado en el estreno de Abelardo. Alejado de la zona de creación del juego, el sierense se ubicó en la banda derecha. Una posición en la que los futbolistas de creación deslucen más. Le pasó a Fran Villalba y le pasó en Huesca a Pedro Díaz. Durante la primera parte, el centrocampista asturiano estuvo fuera del juego. Sin participar en el poco juego ofensivo del Sporting, se limitó a aparecer más en labores defensivas que en ofensivas. Un 'desperdicio' para un jugador de la calidad de Pedro. 

En la segunda parte, la entrada de Villalba le reubicó para bien. Pedro regresó al lugar del que nunca debía haber salido. Con espacio para pensar y desarrollar su fútbol. el sierense comenzó a crear las pocas jugadas ofensivas que gestionó el Sporting en la segunda parte. En casi todas, presencia de Pedro Díaz. Y su crecimiento derivó en el empate rojiblanco. Pedro apareció por la zona en la que más cómodo se siente. Ya lo hizo ante el Huesca en la primera vuelta. Y el cuadro oscense volvió a tomar la misma medicina. Desde la misma zona que en el partido de ida, la frontal del área, Pedro volvió a castigar al portero aragonés. 

⚽ 82' | 1-1 |

¡GOOOOL de Pedro!

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— Real Sporting (@RealSporting) May 7, 2022

Con el de esta tarde, Pedro Díaz supera su mejor marca como goleador rojiblanco. Sus cuatro goles suponen su registro más elevado desde que es futbolista del primer equipo. Hasta la fecha, había anotado tres goles por campaña. Un centrocampista que ha crecido con el paso de los años y que sigue demostrando ser el único valor del que dispone el Sporting. Y del que debe seguir disponiendo por el bien de la entidad.