Mucho fútbol y un borrón

El '10' del conjunto local, que completó un partidazo, tuvo un gesto muy feo y antideportivo durante la primera parte

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Iñigo Vicente
Iñigo Vicente, rodeado por Nacho Méndez y Roque Mesa.
Dom, 08/10/2023 - 21:16

Aclamado en El Sardinero. No es para menos. Iñigo Vicente fue el mejor jugador del Racing de Santander en la victoria sobre el Sporting de Gijón. Dio una asistencia de gol y fue clave en los otros dos. Sin embargo, avanzada ya la primera parte fingió una no agresión de Roque Mesa y, acto seguido, le insultó en repetidas ocasiones. Las cámaras captaron todo lo sucedido. 

Se equivocó y, tras ver la acción repetida, con seguridad no estará orgulloso de su comportamiento. Iñigo Vicente fue víctima de sí mismo, fruto de las altas altas pulsaciones de un encuentro que resultó una gozada para el espectador neutral. Parte de lo atractivo del encuentro salió de las botas del '10' del conjunto cántabro, que constantemente encontró las líneas de pase entre los defensas rojiblancos. Asistió en el segundo y dio el pase previo a la asistencia de gol en el 1-0 y 3-2. Un partido redondo para él salvo por su intento de engañar al colegiado y su feo gesto con Roque Mesa

Todo sucedió en una disputa de balón entre los dos jugadores. Iñigo Vicente se revuelve y suelta una patada sin balón. Roque Mesa se levanta, los dos jugadores se encaran y es en este momento cuando Iñigo Vicente se va al suelo. Simula una agresión, se va al suelo y tendido sobre él comienza a patalear como muestra de dolor. Minutos después, una vez ya reincorporado, se lleva las manos a la nariz, busca con la mirada a Roque Mesa y le insulta durante unos segundos. "Enano", le dijo en varias ocasiones tal y como se pudo leer en sus labios. La realización televisiva también mostró que no hubo contacto alguno. Su nariz y tampoco su cabeza o cara fueron golpeadas por el jugador canario. 

Un comportamiento que, para quienes le conocen, no es propio de él. Más allá de esta acción, que no es poco y debe corregir, la actuación del jugador de 25 años fue un verdadero quebradero de cabeza para el Sporting. Los de Ramírez fueron incapaces de anularlo. Ya en la recta final, cuando el partido agonizaba, Iñigo Vicente recibió una entrada muy dura de Fran Villalba, quien estuvo al borde de la roja directa.