Tócala otra vez, Santi

Ver a Santi Cazorla con la camiseta del Real Oviedo es un motivo de orgullo, con 'respigo' incluido, para cualquier oviedista. Hasta ayer, tan solo un puñado de minutos habían saciado la sed del aficionado carbayón. Apenas los últimos instantes ante el Real Valladolid y, luego, el tramo final del enfrentamiento ante el Eldense. Contra el Huesca, el canterano azul saltó en el 66 y ya tuvo casi media hora por delante para extraer el conejo de la chistera.

Su entrada al terreno de juego volvió a estar acompañada de aplausos y una sonora ovación. Su sola presencia, una amenaza para el rival. Y qué decir de su calidad, incuestionable para cualquier paladar. Por las botas de Santi Cazorla empezaron a pasar todos los ataques del Real Oviedo. Y ya de ellas partían balones comprometidos. O bien cambios de orientación perfectos al pie del compañero o pases filtrados que incomodaron al entramado defensivo de Ziganda. El asturiano se convirtió en el eje de los azules cuando trataban de derribar la muralla oscense.

Con carácter ventajista, el fichaje de Santi Cazorla empieza a tener sentido ahora, si tenemos en cuenta la propuesta de juego de Luis Carrión. El técnico catalán busca un estilo atrevido y de control, y ahí al de Lugo de Llanera le sobran los motivos. "Le pedí que se pusiera entre David y Oier y no ha perdido ni un balón. Lo ha hecho perfecto. No tengo mucho mérito", expresó el técnico del Real Oviedo tras el encuentro.

Luis Carrión no tiene prisa para poder contar con Santi Cazorla desde el inicio, pero sus intenciones son claras. Cuando fue preguntado en sala de prensa cuándo podría partir de titular, una tímida sonrisa delató al entrenador barcelonés. "Cuando él pueda". Así todo, sin prisa. "Todavía le queda, hay que ir con cautela, pero tenemos que utilizarlo porque es diferencial", añadió.

Mientras tanto, Santi Cazorla sigue haciendo magia. Y no solo a la hora de presentar camisetas. También cuando pasa una pelota por delante de sus pies, ante el asombro del Carlos Tartiere que abre los ojos como platos en cada una de sus intervenciones. "Para mí ha sido un partido de mucha emoción, con toda la gente volcada. He soñado esto muchas veces desde la grada. Soy muy oviedista desde niño, siempre lo seré y esto es más especial que cualquier otra cosa", expresó el mago tras el partido. Tócala otra vez, Santi.