Un patrón que se repite en las tres jornadas ligueras

Tres jornadas disputadas y en todas ellas el mismo denominador común: el Real Oviedo empieza perdiendo con goles en la primera mitad. Y si por algo se caracteriza el equipo de Cervera es que le cuesta un mundo remar a contracorriente, principalmente por las dificultades que tienen los azules para generar peligro ante conjuntos replegados que se colocan en bloque bajo. 

Todo comienza en Tenerife. En el Heliodoro, el gol de Enric Gallego llegó en el 17'. Un tanto que complicó notablemente la labor del conjunto azul, que apenas incomodó la meta rival y solo un remate de Borja Bastón a la madera puso en apuros a los canarios. Una situación similar a la que vivió el equipo en su debut en el Carlos Tartiere. En este caso, el tanto de Josep Señé desde los once metros fue el más tardío que ha recibido el Oviedo hasta la fecha: minuto 32. 

Y en esta tesitura, los de Álvaro Cervera llegaban a El Plantío con el claro objetivo de cambiar la dinámica, pero todo siguió igual. Los burgaleses avisaron en el 8' y, en una acción idéntica desde el costado contrario, llegaría el primero. Esta vez el más madrugador de todos. En el 14', Fer Niño le ganaba la partida a Calvo y consiguió un remate muy bueno en el que poco pudo hacer Leo Román. 

En total, el Oviedo ha estado más de 160 minutos por debajo en el marcador. Una cifra muy elevada teniendo en cuenta que apenas van tres jornadas disputadas. Y a ese mal registro hay que unirle la dificultad del equipo para generar: solo cuatro remates a portería hasta la fecha. Y cuando se juntan los dos factores, el resultado es el inicio de liga actual. Desde hoy mismo los azules trabajarán en mejorar esta faceta y estar preparados para una nueva batalla, que promete ser difícil. El Levante, segundo clasificado, espera en el Ciutat de Valencia.