7.300 valientes en El Molinón más vacío de la temporada
La noche y el fútbol no acompañaron a que se viviera una gran noche a orillas del Piles, con la peor entrada en el estadio del Sporting de Gijón, restricciones aparte, desde hace más de 10 años
Gélidas. Las gradas de El Molinón se mimetizaron con las temperaturas para presentar un ambiente frío. El Sporting de Gijón tampoco actuó como caldera. Más bien lo contrario. Solo el estímulo de los goles pudo calentar algo a El Molinón más vacío de la temporada. Y de los últimos tiempos. Desde 2009, restricciones marcadas por la pandemia aparte, no se daba cita tan poca gente en las gradas del estadio rojiblanco.
Desde el encuentro de Copa del Rey ante el Recreativo de Huelva del 10 de noviembre de 2009, la asistencia no había sido tan baja. Aquel día, el Sporting cayó eliminado en los penaltis ante poco más de 7000 espectadores. Unos cuantos más, 7300 aficionados, se dieron cita ayer en un encuentro marcado por el frío y por la poca intensidad del partido. Los goles pusieron algo de calor, pero nada calentaba a los valientes que se animaron ayer a acudir al estadio.
Con la llegada de la prórroga, la imagen fue incluso peor. La gente desfilaba de sus asientos para ver lo que quedaba de partido de pie en los vomitorios del estadio. Otros, no aguantaron más y se despidieron de El Molinón este 2021 sin ver siquiera el gol de Djuka que daba el pase a la siguiente ronda. "Al final es un día intersemanal, la hora es la que es. Cuanto mejor estemos, será más fácil que la gente se enganche mucho más", intentaba justificar ayer David Gallego la poca afluencia.
El ambiente resultó frío, no solo ya por las temperaturas, sino por la sensación de hartazgo que se levantó en la grada por la marcha del equipo. No hubo protestas airadas, solo resignación. No es la primera vez que ocurre esta temporada. La afición tampoco protestó cuando un desarbolado filial de la Real Sociedad se llevaba los puntos de Gijón. Silencio en el ambiente. Y esa es la peor de las sensaciones que puede generar un equipo en su afición.