Abelardo se reafirma en el TOP 10

Fue un triunfo celebrado. La situación del Sporting de Gijón no era sencilla después de dos derrotas consecutivas. El partido igualado y la intriga final en la revisión del VAR hizo que la victoria  ante el Ibiza se dejara notar en El Molinón. En la banda, como siempre, Abelardo celebraba con rabia la victoria. Tres puntos que permiten al equipo regresar a los puestos de promoción a Primera división y a su entrenador entrar en el grupo de técnicos con más victorias en la historia de la entidad. 

Ya estaba dentro del TOP 10 de entrenadores con más partidos dirigiendo al Sporting. Sus 121 partidos le sitúan como el noveno técnico con más tardes a sus espaldas. El triunfo ante el Ibiza también le hizo merecedor de acceder al TOP 10 de más victorias con el club rojiblanco. Abelardo Fernández suma ya 41 victorias, superando en la clasificación histórica a Vujadin Boškov. El serbio atesoró 40 triunfos en sus 102 encuentros al mando del banquillo asturiano. Una cifra que Abelardo superó este viernes en El Molinón. 

Por delante, el gijonés tiene grandes retos esta temporada. Priorizando lo deportivo, en el plano personal puede suponer seguir dejando su nombre en la historia del club. En el caso de que nada extraño ocurra, Abelardo finalizaría el año con más de 152 partidos en su cuenta –resta conocer los partidos que disputará el club de Copa del Rey– como entrenador. Una cifra que le elevaría hasta el quinto entrenador con más partidos en la historia. Por delante, solo quedarían Amadeo Sánchez, Vicente Miera, Manolo Preciado y José Manuel Díaz Novoa. Palabras mayores. 

Un hito que llega tras superar una racha sin precedentes en el banquillo del Sporting en Segunda división. No se había tenido que enfrentar Abelardo a dos derrotas consecutivas en la división de plata. La forma de afrontar una situación que se complicó todavía más con las bajas que sufría el equipo fue la correcta. Fiel a sus ideales, el Sporting no se precipitó ante un rival que controló el balón y terminó llevándose los tres puntos a través del balón parado. Una virtud que Abelardo se ha encargado de explotar.