Aitor García se llena de motivos

No es habitual conseguir lo que consiguió Aitor García en Ipurúa. Mucho menos lo es conseguirlo dos veces en la misma temporada. El onubense consiguió su segundo gol del curso desde campo propio. Primero Ibiza, luego Eibar. Un registro que le ha permitido alcanzar los seis goles y situarse en solitario como el máximo goleador de la temporada del Sporting de Gijón. Pese a todo, el andaluz no tiene nada claro lo que ocurrirá al término del partido ante la Ponferradina. 

Volvía a repetirlo en la zona mixta de Eibar. "Pase lo que tenga que pasar al Sporting y a Gijón le debo mucho (...) ojalá, si me voy o me quedo porque no sé lo que va a pasar, me lleve ese cariño de la gente", explicaba el '7' después de vivir una celebración en la que festejó con rabia junto a la afición desplazada a Ipurúa. Era su sexto gol de la temporada y también la confirmación de su buen hacer de cara a la portería rival. 

Aitor superaba con su gol a Cristo y a Otero como máximo goleador de la temporada en una cantidad de minutos inferior. La temporada del onubense no es la mejor en cuanto a números –consiguió siete en el curso 2019-2020–pero sí en cuanto a promedio goleador. El atacante del Sporting ha conseguido un gol cada 201 minutos, una media goleadora que no iguala nadie de la plantilla. Adaptándose a un rol más secundario, los números ofensivos hablan de Aitor García. En un equipo que llegó a adolecer la aparición de los hombres de arriba, los tantos del de Gibraleón fueron y son sustento. La duda será si lo seguirán siendo.

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No todo fue positivo. Una temporada más, Aitor García ha pasado por momentos de sombras. Su nuevo rol le relegó a una cantidad inferior de minutos y se le llegó a ver con un grado de frustración sobre el césped que lastraba sus actuaciones. La llegada de Ramírez mejoró la situación y en las cifras goleadores se refleja. También en las aportaciones defensivas. En ese sentido, ayer le faltó acierto y cometió un penalti que dio paso al primer gol del Eibar. 

Aitor García finalizará su vinculación con el Sporting al final de la temporada y el club no ha movido ficha en torno a una posible nueva vinculación. El onubense siempre ha mostrado su predisposición en seguir en el club y en la ciudad, un lugar donde ha encontrado la estabilidad. Son ya cinco temporadas, una estancia que no había conseguido tener en ningún otro club. En ese sentido, Aitor García cumple con una de las premisas que el Grupo Orlegi priorizó en el anterior mercado de fichajes: la predisposición a jugar aquí. 

Las últimas actuaciones del '7' han aumentado los argumentos para considerar a Aitor un jugador válido de cara a la próxima temporada. Su ficha, además, no es especialmente elevada por lo que tampoco supondría un desembolso importante en un mercado en el que tocará mirar a la capacidad económica para afrontar las incorporaciones. El club deberá valorar ahora si toma alguna decisión en torno al onubense. Un jugador que, a base de goles, se ha ganado al menos el beneficio de la duda.