Camarasa, ahí tienes los ejemplos
El mediocentro valenciano, presente en dos convocatorias en el último mes, se agarra a lo ocurrido en el último partido en Huesca, con Borja Sánchez y Pomares como héroes inesperados
Si hace dos semanas a un oviedista le dicen que su equipo ganaría en Huesca con asistencia de Pomares y gol de Borja Sánchez, quizás más de uno se sorprendería. Pero así es el fútbol de impredecible. Dos de los jugadores con menos protagonismo esta temporada salieron al rescate del Real Oviedo para sumar una importante victoria que les hacer soñar más fuerte por el ascenso.
Con ese propósito, el de brillar con luz propia en este tramo final, se presenta Víctor Camarasa. El mediocentro valenciano, sin minutos todavía en este 2024, espera encontrar su hueco en el momento más determinante de la temporada. Camarasa, que acumula un par de semanas trabajando al mismo ritmo que sus compañeros, confía en poder asomar la cabeza este mismo domingo ante el Zaragoza.
No está siendo una campaña fácil para el mediocentro valenciano, que apenas acumula 460 minutos repartidos en diez partidos, de los cuales solo ha sido titular en cuatro. Así todo, en ese escaso período, Camarasa ha sido capaz de anotar dos goles, uno ante el Racing de Ferrol y otro frente al Alcorcón. También participó en la Copa del Rey, en las eliminatorias ante el Castellón y el Manresa.
Sin embargo, las lesiones le han privado de tener continuidad. Primero, en el comienzo de la temporada para cuidar de su salud mental, y después a causa de una talalgia en el pie izquierdo que se le atragantó más de la cuenta durante el primer trimestre de 2024. Cuando ya aparecía que podía contar para Carrión, unas molestias musculares le impidieron volver a tener su oportunidad.
En cualquier caso, Camarasa prefiere resetear y se agarra a los ejemplos de Borja Sánchez y Carlos Pomares. En su caso, el valenciano cuenta con una alta competencia en la sala de máquinas, pero eso no impedirá que si Luis Carrión lo cree oportuno, al entrenador barcelonés no le va a temblar el pulso para darle la oportunidad. Ahí están los precedentes.