De Los Alcázares al Tartiere: Kilómetros de pasión azul

La historia de un padre y un hijo que recorrieron más de 24 horas de viaje para no perderse una cita histórica del oviedismo

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Javier y Mateo
Lun, 25/08/2025 - 22:07

El estreno del Real Oviedo como local en Primera División 24 años después dejó historias que reflejan la pasión azul en su máxima expresión. Una de ellas fue la de Javier Jiménez y su hijo Mateo, de tan solo ocho años, que interrumpieron sus vacaciones en Los Alcázares para estar presentes en el Carlos Tartiere en una cita inolvidable frente al Real Madrid. Naturales de Mieres y residentes en Gijón, simbolizan cómo el sentimiento oviedista se transmite de generación en generación.

Padre e hijo comenzaron el viaje el domingo a las 10:30 de la mañana desde Murcia, donde tomaron un tren rumbo a Valladolid. Tras una espera, enlazaron con otro tren hasta Gijón y, desde allí, en coche, pusieron rumbo al estadio. Un recorrido largo y exigente que culminó con la emoción de ver al Oviedo codearse de nuevo con los grandes.

Para Javier, la experiencia tuvo un valor especial. Antiguo abonado y oviedista desde siempre, formó parte del club como jugador juvenil en la última etapa del Real Oviedo en Primera División, lo que hacía aún más simbólico volver al Tartiere con su hijo en un día tan esperado. Ahora comparte esa pasión con Mateo, que lleva dos años consecutivos como abonado junto a su padre. Una tradición familiar que se refuerza en noches como esta.

La vuelta no fue más sencilla. A las 5:45 de la madrugada del lunes tomaron un tren con destino a Madrid, donde enlazaron con un cercanías hasta Atocha antes de subirse a otro tren rumbo a Murcia a las 11:00. Desde allí completaron el viaje hasta Los Alcázares, donde llegaron a las 15:15, agotados pero con la satisfacción de haber sido testigos de un partido que quedará en la memoria, pese al resultado.

El esfuerzo, más de 24 horas de viaje entre la ida y la vuelta, mereció la pena. Javier y Mateo se llevaron consigo un recuerdo imborrable: el de estar juntos en el Tartiere el día en que el Oviedo regresó como local a Primera frente al Real Madrid. Como resumió el propio Javier, fue "un día para el recuerdo de mi hijo".