Diego Bri, pendiente de su futuro, no se entrena junto a sus compañeros

A fuego lento. Así se está cocinando la incorporación de Diego Bri al Real Oviedo. El club azul no cesa en su empeño de contar con el extremo diestro del Atlético de Madrid la próxima temporada, aunque es consciente de la complejidad de la operación. Así todo, Agustín Lleida y Roberto Suárez no tiran la toalla, mientras negocian con el conjunto rojiblanco su cesión a la capital del Principado.

Tal y como hemos publicado ayer en Killer Asturias, Diego Bri está deseoso de llegar a Segunda división de la mano del Real Oviedo. Por el extremo ilicitano han preguntado varios clubes de la categoría, sin embargo, es la propuesta del conjunto azul la que más le seduce para continuar con su progresión después de su buen año en el filial del Atlético de Madrid la pasada campaña.

Sin embargo, dentro de la entidad colchonera existe división de opiniones. Los hay que piensan que lo mejor para futuro es probarlo en el fútbol profesional, pero también hay quienes ejercen resistencia, como Fernando Torres, técnico del filial colchonero, que se opone a su cesión y, así, contar con él para el próximo curso, de nuevo en Primera RFEF. Por el momento, no existe una postura unánime dentro de la entidad madrileña, que sigue estudiando su situación.

Mientras se resuelve su futuro, Diego Bri permanece al margen de la dinámica del grupo. El extremo lleva varios días ejercitándose en solitario debido a unos problemas físicos, mientras la plantilla del Atleti B permanece concentrada en Los Ángeles de San Rafael, a donde no ha viajado el extremo. Tampoco lo ha hecho a Talavera de la Reina hace unos días, donde el conjunto rojiblanco disputó su primer amistoso de la pretemporada.

Cabe recordar que el Atlético de Madrid ya se ha cubierto las espaldas en caso de que Bri salga con dirección a Oviedo. El equipo madrileño ha incorporado a Diego Guerrero, procedente del Colonia Moscardó, para esa demarcación. Mientras todo se resuelve, las posturas son claras: el Oviedo y Bri aprietan, Torres ejerce la resistencia y el Atlético de Madrid, que tiene la última palabra, se lo piensa.