El delicado momento de Orlegi se acentúa
David Guerra regresa después de la cumbre en Estados Unidos, con el revuelo de Alejandro Irarragorri con la justicia mexicana latente y con la situación deportiva en entredicho
Real Sporting
Nada positivo deparó la jornada del viernes para lo relativo a la tranquilidad en el Sporting de Gijón. En la previa del partido del Cádiz, se conocía que su máximo accionista se encontraba buscado por la justicia mexicana. Alejandro Irarragorri, como máximo representante de Santos Laguna, no comparecía en un juicio motivado por una presunta evasión fiscal del conjunto de Torreón. De ahí su relación con el caso como principal responsable jurídico del equipo verdiblanco. Las principales cabeceras se hacían eco de la noticia, situando al Sporting de Gijón en los titulares. No es un buen clima, por supuesto.
A todo lo ocurrido en México se le unió la derrota del equipo en Cádiz. Asier Garitano vivía su primera tarde amarga con el Sporting de Gijón. Falto de competitividad, con errores del pasado y sin capacidad para generar, el conjunto gijonés pasará la semana a siete puntos del descenso. El hecho de jugar el lunes ante el Castellón hace que, incluso, pueda salir a Castalia con cuatro puntos de renta con la zona roja de la clasificación. No se equivocaba Asier Garitano, va a tocar sufrir...
En medio de dos huracanes –el deportivo y el judicial–, David Guerra. El presidente ejecutivo del Sporting de Gijón no presenció en vivo la derrota rojiblanca en Cádiz al encontrarse en la reunión habitual de final de temporada del Grupo Orlegi. En Estados Unidos, junto al resto de equipos del grupo, coincidió con el momento de la salida a la luz de la situación de Alejandro Irarragorri, con quien estuvo reunido el abulense para valorar la temporada del Sporting de Gijón y sentar las claves del futuro. No se ha producido comunicación por parte rojiblanca de lo ocurrido.
De vuelta a Mareo, David Guerra tiene por delante varios frentes. El primero, el de trasladar un mensaje de tranquilidad por la situación de Alejandro Irarragorri. La inestabilidad que rodea al Grupo Orlegi tiene su repercusión en el Sporting de Gijón, de puertas para fuera y de puertas para dentro. Asier Garitano era cuestionado por el asunto en el post-partido y será un tema más que recurrente durante estos días en el entorno de la Escuela de Fútbol de Mareo. Pero no será la única misión de Guerra en su vuelta a Asturias.
El presidente ejecutivo regresa a Gijón tras mantener reuniones importantes de cara al futuro del Sporting. Sobre la mesa, cuestiones claves. Dubasin, Gelabert, Nacho Méndez. Son asuntos a los que ahora tocará hacer frente sobre el terreno. A pesar de que el club prioriza el final de la temporada y alcanzar la tranquilidad antes de dibujar nada en el futuro, la realidad es que ya se están avanzando en propuestas y primeras negociaciones.
De ahí las intenciones con Dubasin o Gelabert. Lo primero será conseguir la permanencia en Segunda división de forma matemática. Después, momento para construir. Vive el Grupo Orlegi su momento de mayor inestabilidad y más descrédito desde su llegada a Gijón.