El Oviedo necesita beber De la Fuente
Una vez dejados atrás sus problemas musculares, Paulino espera ser importante en el tramo más decisivo de la temporada
LUIS MANSO
El año pasado fue una pieza importante en el Real Oviedo y este todavía está a tiempo de serlo. Paulino de la Fuente quiere volver a ser el objetivo de los focos del Carlos Tartiere, esos que tanto le apuntaron el año pasado a las órdenes de Luis Carrión. Tal fue su incidencia en el equipo carbayón, que el cántabro terminó la temporada como el segundo máximo goleador de los azules con nueve tantos, solo uno por debajo del pichichi Borja Bastón.
Sin embargo, el fútbol es muy caprichoso y este curso a Paulino no le están saliendo las cosas tal y como él se imaginaba en verano, cuando recaló en propiedad en el Real Oviedo. Y para muestra sus cifras. El extremo santanderino ha participado en 556 minutos repartidos en 22 encuentros, aunque solo en cuatro ha sido titular. Unos datos que distan mucho de los 1.455 minutos con los que terminó la campaña anterior, repartidos en 34 encuentros, 15 de ellos desde el once inicial.
El principal hándicap al que Paulino tuvo que hacer frente este año han sido las lesiones. Primero, una pubalgia que le apartó del equipo durante ocho jornadas entre octubre y noviembre. Después, más problemas musculares que no le impidieron participar con el grupo en febrero y, finalmente, abril. Afortunadamente para él y su equipo, el cántabro reapareció en El Sardinero, demostrando que las dolencias físicas son cosas del pasado.
“Si no juegas aguantas la motivación un tiempo, pero llega un momento en el que tu cabeza no está del todo como te gustaría. Eso es peor para ti porque estás peor y juegas peor, es un cúmulo de sensaciones”, expresó el cántabro en una entrevista concedida en Ser Cantabria la semana pasada. Unas palabras que también vienen motivadas por la alta competencia que existe en su puesto.
Después del duelo ante el Racing, donde no le salieron bien las cosas, Paulino quiere apuntarse a la recta final, más si cabe tras la lesión de Ilyas Chaira, cuya vacante amplía las posibilidades de los futbolistas de banda. Sea como fuere, el Oviedo necesita beber De la Fuente.
