El primer gran 'hit' de Rubén Albés

Decía Rubén Albés al término del derbi asturiano que era un partido "para los jugadores". El rendimiento individual de la plantilla del Sporting en el duelo ante el Real Oviedo estuvo a la altura de la cita regional. "Creo que el partido lo han ganado los jugadores con su acierto", ampliaba el entrenador en la sala de prensa de El Molinón. El paso de las semanas ha amoldado a los futbolistas a la idea de juego del técnico gallego y eso se evidenció sobre el césped gijonés. Un partido de autor desde el campo y desde el banquillo. Con ocho disparos a puerta, fue el partido más ofensivo del Sporting en esta temporada. 

Ya sorprendía de antemano Rubén Albés con su apuesta. Jugando o no al despiste, parecía utópico pensar que Eric Curbelo estuviera en óptimas condiciones para salir como titular a un encuentro de tanta intensidad. No solo apareció en el once. Completó todo el partido y confirmó que sus dos primeros encuentros como jugador del Sporting no reflejaban el jugador que ha firmado el club gijonés. En la defensa dejaría su sello Albés con la única complicación del partido. 

Cuando Diego Sánchez se fue al suelo, el Sporting tenía calentando en la banda a sus recursos defensivos. Róber Pier, Nikola Maras y Yann Kembo se ejercitaban en la banda como posibles alternativas. Pero dentro del campo, Albés ya tenía a su recambio con sudor en la camiseta. Lander Olaetxea se está confirmando como el hombre para todo del Sporting en este inicio de temporada. Empezó en el medio aunque ya se dejaba caer con asiduidad por el centro de la defensa. Con la lesión de Diego, Albés optó por retrasar la posición del vasco y dar paso a Nacho Martín en el centro del campo. Un cambio de entrenador. Un cambio efectivo. 

Las variaciones del entrenador vigués también conformaron el éxito del partido. Queipo apareció y tuvo sus ocasiones. Al igual que César Gelabert, cada vez con mayor capacidad. Pero el culmen del banquillo llegó en el tercer gol. Todo nace de un gran trabajo defensivo de Kevin Vázquez, que se estrenó como rojiblanco secando al completo la banda zurda del ataque del Oviedo. El lateral gallego recuperó e inició la carrera de Campuzano. El delantero catalán, enamorado del gol en este inicio de temporada, hizo más bueno si cabe el cuarto y quinto cambio de Albés. 

La victoria en el derbi debe servir como motivación para el reto apasionante que tiene por delante el vestuario rojiblanco. Un Sporting rearmado en lo anímico y también en cuanto a piezas. Con mayor rodaje en las piernas de los últimos fichajes en llegar y la recuperación de Caicedo, Albés tendrá más opciones para las alineaciones y los planes de partido. "Hay futbolistas que aún deben incrementar su nivel. Falta tiempo para ver con continuidad a un buen Sporting de Gijón. Esto hay que mantenerlo en el tiempo", dijo el gallego. Un técnico que, este sábado, dejó su primer gran golpe sobre la mesa en el banquillo de El Molinón.