El Real Oviedo pierde su identidad
Ante el Cartagena los carbayones recibieron el mayor número de disparos a portería desde la llegada de Álvaro Cervera al banquillo azul
Cuando Álvaro Cervera se hizo cargo del Real Oviedo, el guineano tenía claro cuál era el camino para reconducir una situación abocada al fracaso. La solidez defensiva era parte fundamental para crecer, y pronto esa progresión se vio reflejada. El técnico cerró filas y el conjunto azul, de manera rápida y eficaz, encontró un estilo de juego con el que los resultados positivos empezaron a sucederse.
Sin embargo, en las últimas jornadas el plan de Cervera se ha ido derrumbando. Los azules pasaron de ser solventes defensivamente, a ser un equipo frágil sin balón. Y para muestra los últimos precedentes, en los que el equipo carbayón apenas ha sumado cuatro puntos de los últimos quince disputados. Una racha que se convierte en el peor momento desde la llegada del guineano.
Más allá de los resultados, que son los inequívocos jueces de cualquier apuesta, lo más preocupante es la pérdida de esa identidad que Cervera había sido capaz de darle a su equipo. Este viernes en Cartagonova, el Real Oviedo sufrió ante su rival un auténtico vendaval ofensivo al que apenas pudo hacer resistencia. Un sometimiento facilitado por un equipo azul más desdibujado que en otras ocasiones que dejaban campar a sus anchas a los hombres de ataque del conjunto de Luis Miguel Carrión.
Para muestra de la debilidad defensiva del cuadro oviedista, ayer ante el Cartagena los carbayones recibieron el mayor número de disparos a su propia portería desde la llegada de Álvaro Cervera al banquillo azul. En total, los albinegros probaron suerte en dieciséis ocasiones, de las cuales en ocho su envío fue entre los tres palos de la portería de Braat. Una cuota sin precedentes que evidencia las necesidades más acuciantes de este equipo, más allá de su escasa capacidad goleadora.
El partido en el que los azules han recibido más disparos totales con Cervera en el banquillo fue ante el Tenerife, en la jornada 18. Los azules, que acabaron ganando aquel partido por la mínima en el Heliodoro Rodríguez López, recibieron 26 tiros por parte de su rival, aunque solo cuatro fueron entre palos.
"El Cartagena jugó como quiso. En la primera atacan porque quieren atacar, pero en la segunda quieren defender. (...) Es un auténtico desastre. No es el peor partido desde que estoy aquí, sino el peor en mucho tiempo en mi carrera deportiva, no me cuadra. He visto cosas que cuesta asimilar mucho", manifestó Álvaro Cervera en la rueda de prensa posterior al encuentro. Ahora toca descansar, asimilar lo vivido y volver a construir esa identidad que permitió crecer al Real Oviedo.