El vestuario arropa a Braat: "Jugadores como tú siempre en mi equipo"

El portero francés del Real Oviedo erró en el primer tanto del Zaragoza, pero luego dio alas a los azules tras detener un penalti en la segunda parte

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Quentin Braat en el encuentro de Copa ante el Ávila
Mié, 18/12/2024 - 10:35

La decisión de Javi Calleja de colocar a Quentin Braat bajo los palos de La Romareda sorprendió a propios y a extraños. Se esperaban rotaciones ante el Zaragoza, sí, pero hacerlo en la portería cabía en muy pocos pronósticos. Por primera vez esta temporada en la liga, el galo defendió el arco azul, relegando a un segundo plano a un Aarón Escandell que hasta ayer era el único integrante de la plantilla del Real Oviedo que había disputado todos los minutos de la competición.

La puesta en escena de Braat no fue ni mucho menos la soñada. Y todo después de un error grotesco en el minuto 21 que adelantó al Zaragoza. Adrián Liso probó suerte desde lejos y la pelota, que no entrañaba excesivo peligro, se le coló al portero entre las piernas antes de introducirse en la red. El gesto del guardameta francés lo decía todo: enfado e impotencia.

Rápidamente, varios de sus compañeros le fueron a levantar el ánimo, pero el semblante de Braat era el de un portero abatido por la situación y con la sensación interna de haber desaprovechado la oportunidad que le había dado Calleja. Para colmo, otro gol del Zaragoza en el minuto 32 obra de Adu Ares. Aunque quizás el francés puede hacer algo más para evitarlo, tampoco hay que restarle méritos al fuerte disparo del jugador bilbaíno.

Llegó el descanso y Braat tenía que resetear. Aún había tiempo para remontar el partido. De hecho, el Oviedo se lo empezó a creer cuando Ilyas Chaira recortó distancias para los azules. Con el francés elevando el nivel de confianza con el paso de los minutos, su actuación volvió a deslucirse por un inocente penalti, justo cuando los azules acechaban el empate. Cuando parecía que nada podía salirle bien al guardameta de Fontainebleau, Braat resurgió de sus cenizas, adivinó las intenciones de Keidi Bare sobre los once metros y le dio alas a su equipo para lograr la remontada.

“No es nada fácil lo que ha hecho. Él era consciente de que por su error el Zaragoza se pone por delante y sabe que es difícil darle la vuelta. Hemos demostrado que ante las dificultades el equipo saca lo mejor de sí. Braat es el claro ejemplo, ha tenido intervenciones claves”, manifestó Javi Calleja en la rueda de prensa posterior al partido.

Justo tras el pitido final, muchos de sus compañeros fueron a celebrar la victoria con el francés. Entre ellos su competencia bajo los palos, Aarón Escandell, el primero en llegar para darle un abrazo, justo antes de que se formara un apiñamiento en torno al arquero oviedista. "Jugadores como tú siempre en mi equipo. Gente con personalidad, amigo", le dedicó Santi Cazorla, capitán azul, en su perfil personal de Instagram. Este Oviedo es una piña.