Encuentros sociales, frentes abiertos y sin reuniones de trabajo a la vista
El conjunto gijonés y el Ayuntamiento aún no tienen un calendario fijado para comenzar con la reforma aprobada en el pleno del Ayuntamiento
RSG.
Hace ya más de cinco meses cuando el pleno del Ayuntamiento de Gijón aprobó, por iniciativa de Podemos, el estudio estructural de El Molinón para un plan de reparaciones y mejoras con cargo al presupuesto de 2025 y posteriores. Desde entonces, el gobierno local sigue trabajando en ello. A su vez, el Sporting de Gijón se mantiene a la expectativa de conocer cuáles son las actuaciones previstas.
La relación no pasa por su mejor momento, pero al menos sí es cordial. Eso es lo que proyecta la convivencia del club y el actual gobierno municipal. No hubo entendimiento para presentar la candidatura al Mundial 2030, cuyo proceso tuvo un comienzo de buenas intenciones y un final de reproches.
Desde el carpetazo al Mundial, Ayuntamiento y entidad asturiana han coincidido en varios actos sociales en estos últimos meses. El más reciente de ellos ha sido el aniversario de la Peña Isma, adonde acudió la alcaldesa Carmen Moriyón, el concejal Jesús Martínez Salvador y el presidente rojiblanco David Guerra. Durante la celebración la alcaldesa pronunció palabras de ánimo de cara al desarrollo de la temporada del equipo asturiano.
Sin embargo, los frentes abiertos en los que el Ayuntamiento sí tiene competencia siguen estando ahí. Y no son poca cosa en lo que se refiere a El Molinón. Las evidentes deficiencias sufridas por decenas de aficionados el curso pasado volverán a repetirse si antes no se produce una primera actuación. "Goteras como cataratas", denunció entre otras cosas Olaya Suárez, portavoz de Podemos Xixón, cuando la climatología puso de manifiesto algunos de los problemas del municipal gijonés. Como consecuencia una semana después, el Pleno aprobó un plan de reparaciones y mejoras.
Asimismo, en ese preciso momento de compromiso adquirido, también se subrayó la necesidad de reordenar el convenio de mantenimiento entre el Consistorio, club y concesionarios. Pese a ello, hasta la fecha no ha habido reunión alguna para aclarar cuáles son las obligaciones de cada una de las partes implicadas.
Eso sí, el Ayuntamiento sigue trabajando en su plan para la modernización de la instalación municipal. Una inversión, según anticipó El Comercio, que podría rondar los 75 millones de euros. Precisamente esa intención de reforma anunciada, que no presentada públicamente, es uno de los motivos a los que el club se agarra para explicar por qué no adaptó la zona visitante a las medidas marcadas por LaLiga. El Sporting señala que desconoce el proyecto y, sobre todo, los plazos en los que se llevaría a cabo, concluyendo que un gasto en ese sentido podría ser perjudicial para sus intereses.
Así, bajo este escenario se acercan las estaciones más adversas para acudir a El Molinón. No hay actuaciones previstas a corto plazo, ni tan siquiera las más prioritarias para no tener que reubicar a abonados, y tampoco reuniones de trabajo para volver a caminar en la misma dirección.
