La apuesta y orgullo de Orlegi que ahora quiere reforzar

Pocos jugadores de la plantilla del Sporting de Gijón tienen una valoración tan alta como Rubén Yáñez. Su importancia va más allá del terreno de juego. Yáñez no solo impone su jerarquía sobre el verde, sino que también es un de los futbolistas más influyentes del vestuario. Para la propiedad de la entidad asturiana es un hombre de la máxima confianza.

Solo hay seis jugadores del actual Sporting que han estado todas las temporadas desde la llegada del Grupo Orlegi. Cinco canteranos (Guille Rosas, Dani Queipo, Diego Sánchez, Nacho Martín y Gaspar Campos) y un fichaje. El ‘foráneo’ no es otro que Juan Otero, que representan uno de los mayores aciertos de la gestión deportiva en los mercados que ha afrontado. A la llegada de Rubén Yáñez un verano después también se le puede considerar un éxito.

Se da la curiosidad de que ambos están firmando un inicio notable de temporada. El meta lidera la estadística de paradas en Segunda división, mientras que el colombiano ocupa la primera posición en la de asistencias de gol. Lo que no es casualidad es que los dos hayan sido apuestas importantes del Sporting. En su momento, la dirección deportiva realizó una oferta muy suculenta por Yáñez, imponiéndose al Leganés en la carrera por su fichaje. El portero fue el primer refuerzo de la campaña 2023-24 y el ahora delantero abrió el mercado en la 22-23.

Asegurada la continuidad de Otero, después de hacerse con su propiedad, una de las mayores prioridades del club es la de la renovación de su guardameta titular. Las dos partes desean ampliar la vinculación que les une, pero de momento es solo una declaración de intenciones. No hay novedades en ese sentido, aunque la cercanía del fin de contrato (30 de junio de 2026) invita a tener avances cuanto antes. Orlegi está dispuesto a hacer un esfuerzo económico por su permanencia. Yáñez es el capitán para sus compañeros y una garantía para la propiedad.

Sin brazalete
Elegido por sus compañeros, Rubén Yáñez es el primer capitán de la plantilla del Sporting. Sin embargo, por su posición, el catalán no porta el brazalete. Ese honor le correspondió a Gaspar Campos frente al Burgos. A pesar de su condición, el portero no llevará el brazalete. El cuerpo técnico considera que su ubicación en el campo impide una comunicación constante con el colegiado.