La baza de Aitor García

No estaba al 100% y tenía alguna duda aún después de varias lesiones musculares. Por esos dos motivos Aitor García, el cuerpo técnico y los servicios médicos del club decidieron no apurar el regreso. Prácticamente mes y medio después, dos semanas más de lo previsto, ya está disponible. 

Recuperado y con un ritmo más que aceptable a pesar de su ausencia en las últimas seis semanas. Esa fue la impresión que dio Aitor García en el Estadio Municipal de Loinaz, donde el Sporting consiguió ante el Beasain su billete para la siguiente ronda de la Copa del Rey. Aitor salió desde el banquillo y acabó jugando más de 70 minutos por la prórroga. Un buen rodaje que dejó buenas sensaciones, por lo que su titularidad este mismo fin de semana es una posibilidad. 

Además de su verticalidad, característica muy del agrado de Abelardo, el extremo andaluz tiene como virtud su facilidad para adaptarse a varias de las posiciones de ataque. Puede actuar como segundo delantero o en cualquiera de las bandas, lo que sin duda aumenta las alternativas del Sporting para dosificar el esfuerzo de sus jugadores. 

A todo ello, que no menos importante, se suma su facilidad para el gol. No en vano, en los escasos 260 minutos que lleva, ya ha hecho dos goles esta misma temporada. Fueron seis al término de la pasada campaña, solo dos en la 20-21 y otros siete en su primera campaña completa como rojiblanco, la 2019-20. 

Renovación pendiente
Por otra parte, para Aitor García es muy importante el actual ejercicio. Su vinculación termina el 30 de junio de 2023, por lo que tiene en juego un nuevo contrato. Él ya ha manifestado en varias ocasiones su intención de seguir en Gijón, donde ha encontrado la estabilidad, por lo que su continuidad dependerá de la decisión de la dirección deportiva o de que la oferta le resulte convincente.