La tarea pendiente de Álvaro Cervera

La llegada de Álvaro Cervera al banquillo del Carlos Tartiere ha supuesto un soplo de aire fresco para el Real Oviedo. Cuando se produjo la salida de Jon Pérez Bolo, los azules se encontraban en puestos de descenso. Cuatro partidos más tarde, y tras dos victorias y dos derrotas, los carbayones ya se encuentran con la cabeza por encima de la superficie y con la sensación de una notable mejoría en muchos aspectos del juego.

Sin embargo, al nuevo inquilino del banquillo azul le queda, al menos, una tarea pendiente. Y no es otra que detener la sangría de goles recibidos en acciones de estrategia. "Tenemos un problema con las jugadas a balón parado. Cometemos un error y nos la meten", reflexionó Álvaro Cervera al término del partido ante la Gimnástica de Torrelavega de este pasado domingo. Un encuentro en el que los azules han vuelto evidenciar la falta de contundencia en este tipo de jugadas.

Precisamente en este encuentro en El Malecón los azules no solo se equivocaron una vez, sino en dos ocasiones. Los dos goles del conjunto cántabro se produjeron tras jugada a balón parado. En el primero, un envío lateral desde la derecha fue la antesala de una indecisión de la zaga azul para despejar la pelota. De esa falta de contundencia se aprovechó Marotías para hacer el 1-2. Cuando el partido tocaba a su fin, una falta muy cercana al centro del campo propició el empate de la Gimnástica de Torrelavega, después de una mala salida de Quentin Braat.

En los partidos anteriores al duelo copero, los azules han recibido cuatro goles, dos ante el Alavés y otros dos ante el Villarreal B. Y los cuatro a partir de acciones a balón parado. Frente al conjunto vitoriano, dos nuevas faltas laterales fueron el prólogo de los tantos del conjunto vasco. Ante el filial groguet, dos saques de esquina. El primero directo a la cabeza de un futbolista amarillo, y el segundo fue sacado en corto para terminar con dos remates dentro del área azul, el último para empujar el balón a las mallas.

A Cervera no le tembló el pulso y tras el encuentro en Villarreal decidió hacer un cambio en la portería. El técnico guineano sentó a Tomeu Nadal después de catorce partidos consecutivos como titular, y le dio la oportunidad a Quentin Braat. El francés, con más centímetros bajo los palos que el balear, despachó buen partido ante el Málaga en liga, aunque después ante la Gimnástica de Torrelavega falló en la salida anteriormente comentada.

“Esta semana nos ha servido para entrenar lo que queremos. Alta intensidad, conceptos que no son nuevos para ellos y darles la idea de lo que yo creo que es mejor. Cuanto más tiempo tienes es mejor porque más te pueden escuchar. Yo prefiero semanas como estas, prefiero entrenar y descansar más antes que jugar cada poco”, manifestó Álvaro Cervera, este jueves, en la rueda de prensa previa al partido de este sábado. Y uno de esos aspectos en los que el guineano ha incidido es en la defensa de las acciones a balón parado, una de las tareas pendientes a la que Cervera quiere ponerle, cuanto antes, el tic verde.