Las notas del Real Oviedo: Inicio amargo, final muy feliz
Los azules consiguieron una victoria de mucho mérito en La Romareda, después de remontar en la segunda parte un 2-0 en contra
Después de un primer tiempo para olvidar, el Real Oviedo dio un paso al frente en el segundo. Javi Calleja movió el banquillo durante el descanso y encontró con los cambios la reacción necesaria para sacar tres puntos muy importantes ante el Real Zaragoza. Como es habitual después de cada partido, en Killer Asturias puntuamos la actuación de cada uno de los futbolistas con minutos ayer en La Romareda.
Quentin Braat (5): El encuentro de ayer significó su debut en liga esta temporada y su puesta en escena no pudo ser peor. En la primera mitad, el guardameta francés cometió un error grotesco que desniveló la balanza. Con el paso de los minutos, el francés fue cogiendo confianza y detuvo un penalti que él mismo había provocado. Una acción que dio alas a los suyos.
Lucas Ahijado (4): No estuvo muy fino. Muchos errores en pases sencillos y poco profundo en ataque. En defensa sufrió mucho por su costado.
Luengo (5): Correcto. Empezó el encuentro como defensa y en la segunda parte volvió a reconvertirse al lateral derecho.
Dani Calvo (5): De menos a más, al igual que el nivel de confianza del equipo en defensa. Sufrió en la primera parte y fue entonándose en la segunda a partir de la entrada de Costas.
Rahim (4): Flojo. El nigerino no estuvo cómodo en ningún momento, ni en defensa ni en ataque. Así todo, fue el autor del pase en el gol de la victoria.
Del Moral (4): No fue su día. El Oviedo apenas tuvo el dominio del centro del campo durante la primera parte, coincidiendo con la presencia del toledano. Fue sustituido al descanso.
Sibo (6): Es el hombre fetiche del Oviedo. Fue de menos a más. Terminó el partido en alto gracias a su buen estado físico. Fue el pilar de los azules en la medular.
Portillo (7): El malagueño sigue demostrando que ha sido un acierto de la dirección deportiva oviedista. Sin tiempo apenas de adaptación, Portillo está calando hondo en este Oviedo. Y para muestra el partido de ayer: liderazgo, determinación y aportando soluciones en los metros finales.
Sebas Moyano (5): Se merecía la titularidad después de sus buenas actuaciones, pero el cordobés no la aprovechó. No tuvo esa incidencia que sí tuvo en anteriores ocasiones partiendo desde el banquillo.
Paraschiv (4): Partido gris del rumano. Muy desaparecido en combate, sin demasiado protagonismo. Fue reemplazado durante el descanso.
Alemão (7): Después de ser baja en el último encuentro por unas molestias, el brasileño volvió al ruedo por la puerta grande, haciendo lo que mejor se le da: marcar goles. Después de un primer tiempo oscuro - al igual que el resto del equipo -, Alemão fue entonándose hasta que marcó un señor gol de cabeza que permitió a los azules igualar la contienda.
Los cambios:
David Costas (6): Su entrada le dio otro aire al Oviedo, que ganó en seguridad defensiva y en salida de balón. Vuelve a colgarse la etiqueta de 'indiscutible'.
Ilyas Chaira (9): Sublime. El marroquí no pudo tener una mayor incidencia en el partido. Entró tras el descanso y suyos fueron dos goles que están al alcance de muy pocos futbolistas en Segunda división. De hecho él mismo consiguió generar más ocasiones en la portería rival.
Cardero (7): El ovetense tuvo un papel primordial: poner el centro en el tanto de Alemão. Apareció, tuvo personalidad y volvió a demostrar que puede ser una herramienta muy útil para este Oviedo.
Hassan (7): Suyas fueron varias acciones individuales que pusieron en jaque la portería del Zaragoza. Una de ellas muy clara, que terminó con un disparo desviado de Ilyas. Su velocidad y desborde es un lujo del que no puede prescindir el conjunto oviedista.
Paulino (5): Ya el hecho de que vaya cogiendo rodaje es una buena noticia para los carbayones. Probó suerte con un disparo lejano que obligó a Femenías a hacer una gran intervención.
El entrenador:
Javi Calleja (6): Si puntuásemos solo la primera mitad, el planteamiento de inicio fue desolador. Sin embargo, hay que poner en valor su valentía introduciendo tres cambios en el tiempo de descanso. Además, tres permutas muy acertadas que permitieron a los carbayones remontar el partido.