Las notas del Real Oviedo: Victoria para seguir creyendo

No fue el partido más vistoso del Real Oviedo, pero poco o nada importa eso a estas alturas siempre que se consiga ganar. Y eso es lo que han hecho los carbayones este domingo en Tenerife. Un solitario gol de Nacho Vidal en la segunda parte permite a los oviedistas sumar tres puntos muy importantes en la escalada hacia la segunda plaza. Como es habitual en Killer Asturias después de cada jornada, puntuamos la actuación de los jugadores de Paunovic con minutos.

Escandell (7): El Tenerife no exigió demasiado al valenciano, que nuevamente ha vuelto a dejar su portería a cero. Su mejor intervención se produjo en la primera parte tras un cabezazo de Bodiger que se colaba en la red, sin embargo, una gran estirada de Escandell lo evitó. Qué gran temporada está despachando el de Carcagente.

Nacho Vidal (7): Sobrio en defensa, el de Campello apareció en ataque en varias ocasiones. Una de ellas resultó clave para que el Oviedo se llevara el partido y se pueda permitir el lujo de soñar con el ascenso en la última jornada liguera. Gran robo, mejor conducción y soberbia definición.

David Costas (6): Muy solvente en todo momento. El gallego sigue demostrando que está en un gran estado de forma. Se lo llevó todo por arriba y barrió los balones que le llegaban por abajo. Buen trabajo en la salida de balón.

Dani Calvo (6): Buen partido del oscense. Al igual que Costas, Calvo también rindió a un gran nivel, muy expeditivo y seguro en todo momento.

Rahim (5): Correcto en defensa, en ataque le costó más. Solo un centro amenazó la portería del Tenerife. El resto de intentos fueron muy fáciles para Salvi Carrasco.

Colombatto (5): Suya fue la presión que desembocó en el error del Tenerife que finalmente precipita el gol de Nacho Vidal. Más allá de eso, se esperaba más del argentino, especialmente en campo rival.

Sibo (6): Contundente y bien colocado, o sea, en su línea habitual. El ghanés recuperó muchos balones en la sala de máquinas, pero le costó darle fluidez a la pelota cuando había que atacar. Recibió una amarilla que le privará de estar en el último partido ante el Cádiz.

Portillo (4): Uno de los más perjudicados del atasco del Oviedo en campo rival fue Portillo, que apenas disfrutó de balones para sacarle brillo a sus virtudes. No estuvo cómodo en ningún momento y terminó siendo uno de los sustituidos en la primera tanda de cambios de Puanovic.

Hassan (4): Uno de los encuentros más grises de Hassan. El francés no paró de ofrecerse en todo momento, pero le faltó inspiración. Perdió varios balones que comprometieron a los suyos y en defensa no fue del todo solidario.

Cardero (5): Aprobado por su insistencia, pero no por su acierto. El ovetense irrumpió en el once en detrimento de Cazorla, pero la apuesta de Paunovic no tuvo demasiado efecto en ataque. Correcto en la presión.

Alemão (4): En sus botas estuvo haber adelantado a su equipo en la primera parte, pero el balón le pasó por debajo de las piernas. Al brasileño le faltó más mordiente en el área rival. No fue su partido.

Los cambios:

Cazorla (6): Ingresó para aportar criterio y movilidad a la pelota. Aunque el contexto no era fácil, el llanerense lo logró. Tuvo un papel importante en los minutos finales a la hora de gestionar la ventaja y el crono.

Luengo (6): El vasco salió para reforzar la línea defensiva y lo logró. Además, se animó en alguna ocasión al ataque, una de ellas al menos logró amenazar el arco de Salvi Carrasco.

Paraschiv (5): No era un escenario sencillo para él, que así todo trató de acomodarse a contrarreloj para aportar su granito de arena a la causa. Participó en la presión de pelota que finalmente termina en el gol de la victoria de los azules.

César de la Hoz (5): El cántabro disputó los últimos diez minutos en detrimento de un Sibo que tenía cartulina amarilla. El de Orejo se presenta como el recambio natural para el ghanés en el siguiente partido ante el Cádiz.

Paulino (5): Correcto en lo que le tocó participar.

El entrenador:

Paunovic (6): Su planteamiento no se impuso al del Tenerife en la primera parte. Tras el descanso y con los cambios ya se empezó a ver a otro Oviedo, que terminó ganando por la insistencia que el propio serbio contagia al vestuario. Lo que son incuestionables son sus números desde su llegada: seis victorias y tres empates.