Los dos regresos del morbo a El Molinón
El Zaragoza visitará Gijón aupado por otro buen inicio de liga que le sitúa en puestos de ascenso directo y acompañado por su afición
Luis Manso
Busca el Sporting de Gijón un espaldarazo. Tras sumar una victoria en las seis primeras jornadas, el equipo de Rubén Albés no puede, ni quiere, andar con más miramientos. Le está costando en exceso a los rojiblancos sumar de tres y solo el lejano ya recuerdo del derbi asturiano sostiene la puntuación gijonesa. Convertir El Molinón en un fortín pasa por ser una de las claves del buen hacer del equipo asturiano. Un estadio que visitará un equipo en alza. Lo hará con protagonistas propios.
El Real Zaragoza de Víctor Fernández vive otro buen inicio de temporada. Sin ser tan vistoso como el comienzo anterior, cuando lideró en solitario la Segunda división impulsado por un pleno de puntos en las primeras cinco jornadas, los números vuelven a ser gasolina para la ilusión de la afición maña. El Zaragoza lucirá en El Molinón su condición de segundo clasificado, a solo un punto del líder Racing. Los refuerzos le están funcionando al equipo de La Romareda, que cuentan con Mario Soberón como jugador más destacado (cinco goles).
Dentro de las filas mañas, dos jugadores tendrán un partido más especial que el resto. El primero es Sergio Bermejo, protagonista del caso más rocambolesco de los últimos mercados en el Sporting de Gijón. El mediapunta estuvo a un paso de convertirse en refuerzo rojiblanco. Fue en el inicio de la concentración de Mondariz, escenario en el que llegó a estar luciendo la equipación del Sporting. Todo tras realizar pruebas médicas por la mañana en Gijón. Una vez conocido el resultado de los diagnósticos y alertados por una posible lesión grave, el conjunto gijonés dio marcha atrás a la operación.
Un desenlace que generó mucha incertidumbre y también enfado por parte del Zaragoza. La afición cargó duramente contra el Sporting, al entender que el fichaje de Dubasín era la barrera para la llegada de Sergio Bermejo a Gijón. Nada más lejos de la realidad, eran dos operaciones paralelas. Una se produjo, con Dubasín destacando en el inicio de temporada, y la otra no. Bermejo pasó de la lista de transferibles a ser un jugador importante para Víctor Fernández. Titular en tres partidos y una posible novedad de cara a El Molinón. Ambas partes salieron bien paradas.
El otro protagonista que regresará a El Molinón con una carga de recuerdos, también negativos, será Gaëtan Poussin. El portero francés del Zaragoza fue el triste protagonista de uno de los momentos más bizarros de la temporada pasada en Segunda división. Con el Zaragoza sosteniendo en sus manos la victoria en El Molinón ya en el tiempo de descuento, el meta echó el balón al suelo sin percatarse de que Pablo Insua olía su espalda. El gallego atacó el balón y empató el partido para catarsis de Poussin. Un "tierra, trágame" de manual. Un éxtasis en Gijón que fue el inicio de un bache importante para el Zaragoza y su portero. Este año ha elevado el nivel, con tres goles encajados en este inicio de temporada.
