Los goles esperan por Sangalli

De titular indiscutible a empezar en el banquillo la mayoría de encuentros. De esta forma se podría describir la estancia de Marco Sangalli desde su llegada al Real Oviedo. El jugador donostiarra, que no atraviesa su mejor momento en la capital asturiana, está llamado a ser uno de los futbolistas que den un paso adelante, en la zona de ataque, ante la ausencia de delanteros para el encuentro ante la Ponferradina.  

Con las bajas de Bastón, Obeng y Matheus para el viernes, José Ángel Ziganda necesita recuperar la mejor versión de Sangalli. El extremo diestro ha pasado a un segundo plano este año tras la irrupción de Viti y no termina de ser importante sobre el terreno de juego. Además, su capacidad goleadora también se ha resentido y tras 21 jornadas ligueras el donostiarra todavía no ha visto puerta esta temporada. 

Desde su llegada a Oviedo en julio de 2019, el futbolista nunca había terminado la primera vuelta de la temporada sin marcar ningún tanto. Este dato preocupa y ahora más que nunca cuando el equipo no tiene ningún delantero disponible para medirse a la Ponferradina. Pese a ello, la confianza de Ziganda en el jugador es plena. "Sabemos que tiene más nivel pero un mal día de Marco es un buen día para otro cualquiera. Aunque no esté en ese puntito máximo siempre es agradecida su presencia", afirmó Ziganda en la previa del encuentro ante el Amorebieta. 

Tras una primera vuelta complicada, Sangalli tendrá este viernes una gran oportunidad para resarcirse y volver a ser ese jugador que todos los oviedistas tienen en mente. Su mejor versión todavía está por llegar y las bajas arriba con las que cuenta el equipo hacen que este último partido del 2021 sea el escenario ideal para recuperar su nivel y estrenar su cuenta goleadora esta temporada. 

Sangalli nunca había jugado tan poco 

Desde su debut en Segunda División con el Alavés en el 2014, Sangalli nunca había jugado tan pocos minutos en una primera vuelta. Esta campaña el futbolista ha disputado 711 minutos repartidos en catorce encuentros. Unos números que no se acercan a los jugados en temporadas anteriores con el Real Oviedo en los que superó holgadamente los mil. El primer año del jugador vasco en el conjunto azul se saldó con 1.330 minutos en las primeras 21 jornadas ligueras, mientras que al año siguiente el dorsal número "8" alcanzó los 1.611 minutos sobre el terreno de juego.