No es la primera vez de Sesma Espinosa, centro de las críticas azules

Con el minuto 99 de partido ya cumplido en La Rosaleda, el Málaga disponía de una jugada a balón parado. De entrada se habían añadido siete minutos, pero el árbitro agregó dos más a razón de varias interrupciones. En otras ocasiones, con el tiempo ya cumplido, los colegiados ni siquiera suelen dejar que se ejecuten este tipo de acciones, pero esta vez Sesma Espinosa permitió su lanzamiento. Finalmente, el balón se perdió por línea de fondo.

Así todo, se desató la polémica. Con el árbitro esperando para señalar el final, de repente Sesma Espinosa recibe la llamada del VAR. Desde Las Rozas, González Francés le recomienda que revise un agarrón de Luengo sobre Einar, que hace lo imposible por llegar a una pelota que se iba fuera. Al mismo tiempo, el defensa del Málaga nota el contacto del jugador del Oviedo y se va venciendo hasta tomar tierra. El árbitro del VAR muerde el anzuelo y Sesma Espinosa va detrás.

No solo se señala penalti, sino que expulsan con roja directa a Luengo. El acta refleja el motivo: "Sujetar a un adversario, evitando con su acción una manifiesta ocasión de gol". Es curioso que este sea el razonamiento cuando la trayectoria de la pelota difiere mucho de la posición en la que se encontraba Einar, más pendiente de la picaresca que de rematar un balón al que salvo habilidades divinas jamás hubiera llegado.

Da la circunstancia que este árbitro riojano ya protagonizó otro encuentro de los azules esta temporada, concretamente ante el Castellón en Castalia, aunque en aquel enfrentamiento actuó desde el VAR. Casualidades del fútbol, aquel encuentro también terminó con polémica. Los azules habían reclamado dos penaltis sobre Alemão, y otro sobre Dani Calvo, este último concedido por el colegiado principal.

El central del Oviedo había sido derribado dentro del área rival por un agarrón de Alberto Jiménez, defensa del conjunto orellut. El árbitro del encuentro, González Esteban, vio clara la infracción y señaló pena máxima para los azules. Cuando Moyano ya iba a lanzar el penalti, el colegiado vasco fue requerido por el VAR, liderado por Sesma Espinosa. Desde la sala VOR de Las Rozas se consideró que la falta de Alberto no era lo suficientemente castigable con pena máxima y convenció al árbitro principal para anularlo.

Aquella actuación arbitral se resolvió en contra de los intereses del Oviedo, al igual que ocurrió esta tarde en Málaga. "El penalti ha sido el colmo. Ante jugadas muy parecidas el criterio ha sido muy diferente. Ha habido muchas faltas que a nosotros sí nos pitaba, y luego ves la falta sobre Alemão en el área, en la que hay contacto suficiente, y no lo pita. Han sido decisiones puntuales que han caído más a favor de ellos”, manifestó Javi Calleja, visiblemente enfadado con la actuación de Sesma Espinosa.