Oier Luengo, al detalle: "Oviedo es mi segunda casa"
El central carbayón revive sus inicios en el fútbol, su reconversión al lateral derecho y analiza el momento actual del conjunto azul en los micrófonos de Radio MARCA Asturias
Escucha
Entrevista a Oier Luengo en Directo MARCA Asturias
Es el comodín del Real Oviedo y un lujo para cualquier entrenador. Desde que llegó hace tres temporadas, Oier Luengo era consciente de la gran competencia para jugar en el centro de la zaga, así que el vasco consiguió hacerse un hueco en el lateral derecho. Desde entonces ya han pasado tres entrenadores y con todos se ha hecho un hueco en sus esquemas. Con contrato hasta 2027, el central ya ve Oviedo como "su segunda casa" y analiza en los micrófonos de Directo MARCA Asturias sus inicios en el fútbol, el momento actual del equipo y su situación personal. Esta es la entrevista completa:
Se lo pregunta todo el oviedismo, ¿Cómo está Oier Luengo?: “Lo único que tengo es cansancio acumulado. El lateral es una posición a la que me tengo que acostumbrar porque los esfuerzos son diferentes. Llego al partido del Tenerife y este jueves ya entrenaré con el grupo”.
Van muchas lesiones en el equipo esta temporada: “Es lo de todos los años, no hay explicación. Está habiendo más lesiones de las que nos gustaría, pero entra en la lógica del fútbol de hoy en día. A los jugadores se les exige más y el cuerpo es una herramienta que puede fallar como otra cualquiera”.
Llegaste a Oviedo siendo central y ahora estás jugando de lateral, ¿Cómo está siendo esa reconversión?: “Siempre digo que mientras sea jugando me da igual dónde. Ahora tengo que hacer esas labores e intento dar el máximo para hacerlo bien y ayudar al equipo. Esa es mi visión del fútbol”.
Tu primera vez en el lateral fue en un Granada - Oviedo: “No era la primera opción. Estaba Juanfran, pero tuvo un problema y me preguntó Cervera que cómo me veía. Ye dije que alguna vez ya había jugado ahí en Segunda B, aunque es distinto, y jugué bien”.
También estás mejorando en la faceta goleadora: “De vez en cuando me equivoco (se ríe). Esa faceta siempre la he tenido, uno o dos por temporada siempre suelo meter y espero que pueda seguir este año. Los goles que he metido siempre son en algún córner, algún rebote. Con el gol del Burgos estoy aprendiendo de Alemao, fue buena acción aunque casi la saca el portero”.
Tercera temporada ya en Oviedo y contrato hasta 2027: “Tener el futuro claro te da ese plus de estabilidad, aunque yo ya estaba muy tranquilo. Las cosas están saliendo bien y esto es como si fuera mi segunda casa, la gente y el vestuario me arropan. Estoy muy contento de poder estar aquí hasta 2027”.
Sin novedades en el mercado en defensa: “Cuando llegue aquí estaban todos sanos, Rodri (Tarín) incluido, y ya dije que iba a ser muy difícil ganarme el puesto porque la competencia es muy alta. Son centrales de primer nivel, de los mejores de la categoría, y la dirección deportiva confía en nosotros porque juegue el que juegue lo hace muy bien. Se ve con Jaime ahora también”.
¿Cómo ayudáis a Jaime?: “Él es como una esponja, intenta absorber todos los conocimientos que puede. Hay jugadores que por su forma de ser son más reacios a escuchar a los mayores y en ese aspecto Jaime lo está haciendo increíble. Además de absorberlo lo aplica en el campo y se puede asentar en la categoría”.
Se ve un gran ambiente en el vestuario: “Una de las fortalezas de un equipo es que tiene que ser una piña. El vestuario siempre ha demostrado que cuando las cosas van mal hay que estar unidos y eso lo tiene el Oviedo desde que llegue aquí”.
Pasemos a conocerte mejor, ¿Cuándo decides que quieres jugar al fútbol?: “El fútbol ha sido mi vida desde pequeño. Jugaba bien, siempre estaba en el Amorebieta A, pero en juveniles me llama la selección de Vizcaya y empiezo a jugar mejor aún, pero mi cabeza seguía centrada en los estudios porque hay que forjarse un futuro. En mi último año de juvenil subo al primer equipo a entrenar, después ya hice la pretemporada y me recomendaron irme cedido, pero en ese momento prefería quedarme en casa y seguir aprendiendo. Jugué siete o ocho partidos, algunos de lateral, pero ya me di cuenta de que tal vez podía jugar más. Fue un trabajo de mentalidad y de creer que se podía conseguir”.
Cómo fue tu paso por Lezama: “Muy bueno, fue totalmente diferente. El Amorebieta es el club en el que me forjé y donde viví mis primeros momentos en el fútbol, pero cuando llegué a un club serio que se competía por todo fue en el Athletic. Al principio me costó y pedí salir cedido a mitad de temporada porque no estaba jugando mucho. Decidí volver al Amorebieta, que era mi lugar seguro. Volví, jugué todo y al siguiente año me asenté en el Bilbao Athletic”.
Desde que estás aquí, ¿Ha preguntado por ti el Athletic?: “No. El Athletic es un club que tendré en el corazón toda mi vida y el sueño de cualquier vizcaíno es jugar en el Athletic y en San Mamés. Yo estoy muy a gusto en Oviedo, estoy encantado. Ojalá poder jugar como visitante el año que viene, sería la misma ilusión”.
¿Con qué referente creciste?: "Con nadie, si te dijese uno diría mi hermano porque jugaba de central y le veía todos los fines de semana. Puyol me gustaba, pero no era mi referente. Cuando era joven no pensaba en el fútbol como una salida viable. Era competitivo con mis amigos y siempre quería ganar, pero no algo a futuro”.
Para un jugador vasco, vivir en Asturias tiene que ser sencillo: “A mí no me ha cambiado nada, más allá de pasar de vivir de Amorebieta a Oviedo. El primer año estaba algo más bajo de moral porque no jugaba tanto, pero mí válvula de escape era irme a Amorebieta con mi familia, mis amigos y mi novia. Cada vez que puedo voy para allí para estar con mis seres queridos. Ese es mi mayor hobbie y esos momentos no los cambio por nada”.
Además de jugar a fútbol, también estudias: “Voy poco a poco, estoy en con lo último de ADE y estoy haciendo un curso de bolsa e inversión para tener más conocimientos. Nunca se sabe en un futuro".
Eres un futbolista para nada excéntrico: “Soy un jugador atípico de lo que se ve hoy en día. Soy un chaval normal de Amorebieta. Mis amigos dicen que no he cambiado nada, solo he tenido la suerte de que en el fútbol me ha ido bien, pero mi vida no va a cambiar”.
Estás aquí acompañado, con tu pareja: “Me he dado cuenta de que la estabilidad en el fútbol es lo más importante y para mí te la dan tus seres queridos. Mi novia es la más allegada y mis padres. Es algo muy necesario”.
Por último, qué mensaje lanzas al oviedismo: “Primero de todo un mensaje de agradecimiento por todo el apoyo que nos dan a diario. Es un espectáculo verles animar incondicionalmente pase lo que pase. Lo daremos todo para conseguir grandes logros. Esta semana hay que ganar al Tenerife y tratar de ganar por fin la próxima semana fuera de casa”.