Pelayo Morilla cuelga las botas a los 23 años tras su quinta lesión grave
El atacante ovetense ha tomado la decisión de dejar la práctica del fútbol profesional tras sufrir una nueva lesión en el Teruel
Las lesiones son el peor temor al que está sometido un deportista de élite. Lo único con suficientemente fuerza para frenar en seco un deseo de prosperar dentro del ámbito deportivo. Lo intentó, recayó y siguió intentándolo. La quinta lesión ha sido demasiado ya para un Pelayo Morilla que ha decidido colgar las botas. El extremo asturiano se despide del fútbol a sus 23 años. Un talento que brilló con una luz intensa en sus inicios y que ha visto su fuerza apagarse a causa de las lesiones. Esas eternas enemigas.
Pelayo Morilla se ha visto forzado a tomar la decisión tras la última lesión sufrida en el Teruel, como confirma en La Nueva España. El contratiempo se produjo después de su estreno con la camiseta del equipo aragonés. Una molestia en el entrenamiento regenerativo hizo encenderse las alarmas y las pruebas confirmaron un nuevo golpe para Morilla. La lesión definitiva para el canterano del Sporting de Gijón, que ha decidido poner fin a su carrera a sus 23 años.
Un inicio meteórico deslumbró en la Escuela de Fútbol de Mareo. Quemó etapas en categorías inferiores, llamaba la atención por su velocidad y capacidad ofensiva. Tanto es así que su nombre estuvo cerca de algunas de las mejores canteras de España. La Selección Española echó sus redes en el asturiano, que acudió en varias ocasiones a las filas de las inferiores de la Roja.
En el Sporting, debutó a los 17 años y 37 días de la mano de Rubén Baraja. El entrenador le hizo debutar en la primera jornada del curso 2017-2018, cuando todavía estaba en edad juvenil. Fue uno de los estrenos con menor edad en la historia del Sporting de Gijón, prueba de la confianza que había en el club en su progresión. Aquella temporada alternó el primer equipo con el filial, siendo uno de los importantes para Samu Baños y José Alberto.
Ahí empezaron las lesiones. Hasta cinco frenaron una progresión meteórica que le llevó a jugar fuera de Mareo en busca de oportunidades y sensaciones. La visita a Algeciras terminó con lesión. También, la de Teruel. Un final amargo para un jugador llamado a marcar las diferencias y que no tuvo fortuna con las lesiones.