Plantilla y afición 'alucinan' con el debut de Hassan con el Sporting: "Es flipante"

Quedaban menos de 10 minutos cuando Miguel Ángel Ramírez le dio la alternativa. Hassan debutaba con el Sporting de Gijón y su primera ubicación era la banda izquierda. Había advertido en su presentación que era capaz de jugar por ambos costados, pero que por preferir, prefería la derecha. Allí se desplazó minutos después cuando Juan Otero se fue al banquillo. Fueron pocos minutos. Suficientes para presenciar el 'show Hassan'. 

El extremo francés aprovechó el nivel de agotamiento de la plantilla del Real Avilés, con menos rodaje que el Sporting, para dejar muestras de su amplio repertorio de regates. Con la pelota muy pegada al pie, Hassan se hartó de tirar quiebros y dejar por el camino a jugadores blanquiazules. La afición, adormilada durante todo el partido salvo el reducto del campus de Mareo, despertó de golpe. Cada balón que tocaba el francés se celebraba como una ocasión de gol. Y es que así era. Fue un arma constante de peligro en un partido en el que el Sporting no tuvo fútbol de ataque. 

La afición disfrutó de Hassan durante el partido y sus compañeros lo reconocían en sala de prensa. Nacho Martín fue el primero en expresarlo. "Es flipante. La facilidad que tiene en el uno contra uno es enorme. Es muy explosivo. Lo hemos visto estos días en Mareo", comentó el canterano.

Unas palabras que también replicó su 'tocayo' en el centro del campo. "Desde el primer entrenamiento vimos lo que es capaz de hacer. En una competición tan igualada, en la que es tan difícil romper, se agradece tener jugadores así. Lo necesitábamos y creo que es un acierto. Tiene que mostrarse cómo es", explicaba Nacho Méndez. 

En definitiva, una buena carta de presentación a pesar de disponer de muy poco tiempo para hacerlo. Hassan comenzó los entrenamientos con sus compañeros en la tarde del martes. Llegaba con ritmo de pretemporada ya que solo se había perdido un amistoso con el filial amarillo dado lo avanzado de las negociaciones con el Sporting. En Avilés demostró tener regate y mucho desborde. Dos características de las que el Sporting andaba algo escaso.