Quentin Braat, Leo Román y las dos curiosidades que marcan la portería azul

La portería, probablemente la demarcación más inestable del Real Oviedo estos últimos años, caracterizada siempre por el constante movimiento de las piezas cada verano. Por motivos variopintos, ninguno acaba de convencer del todo. Y es que desde el regreso al fútbol profesional, el conjunto azul ha contado con hasta 11 guardametas, de los que solo uno consiguió estar tres temporadas: Alfonso Herrero. 

Este curso la dirección deportiva ha dado continuidad al francés Quentin Braat, la última incorporación de Rubén Reyes y que ha ido de menos a más a lo largo de la temporada pasada. El perfil de su acompañante generó dudas, debido a que había distintas opciones. Desde algún portero veterano como Andrés Fernández hasta alguno joven y con proyección como Leo Román, el elegido finalmente.

La decisión puede llegar a sorprender, teniendo en cuenta las condiciones del portero del Mallorca, que llega en calidad de cedido y sin apenas experiencia en el fútbol profesional, pero fue una de las principales opciones de la dirección deportiva. El ibicenco formará junto a Braat la segunda pareja de porteros más joven del Oviedo desde el regreso a Segunda, con una media de edad de 24,5 años. Solo en la temporada 20/21, con Femenías y Brazao bajo los palos, la portería carbayona era más inexperta (21,5 años). Por contra, el curso con más experiencia en la meta azul fue el 16/17, cuando compitieron por un puesto Esteban Suárez y Juan Carlos.  

Otra de las curiosidades que deja la contratación del meta del Mallorca es su procedencia. De esos 11 porteros que han pasado por Oviedo desde 2015, el 36% nacieron en las Islas Baleares. Juan Carlos (Calviá), Femenías (Manacor), Tomeu Nadal (Manacor) y ahora Román (Ibiza) proceden de la misma región. Entre los tres primeros acumulan 160 encuentros defendiendo el color azul, y ahora llega el momento de Román, que busca tener continuidad por primera vez en el fútbol profesional. 

Pero las casualidades no cesan ahí, porque el destino quiso que los dos guardametas de la actual plantilla compartieran día de nacimiento. Los dos llegaron al mundo un 6 de julio, aunque en este caso el francés lo hizo tres años antes que el balear. A priori se espera una competencia feroz por hacerse con ese puesto y, aunque en un primer momento parecía que Leo tendría ventaja por la lesión de Braat, en los últimos días se ha visto al francés mucho mejor de su dolencia en el hombro y se espera que este listo para el inicio de la competición doméstica. 

Por su parte, Leo Román apura sus últimos días de vacaciones y está previsto que se incorpore en los próximos días a El Requexón. El guardameta estuvo concentrado hasta el pasado sábado en el Europeo sub-21, donde incluso llegó a debutar en la tercera jornada. En la gran final, la selección española cayó derrotada ante Inglaterra (1-0).