Santi Cazorla desafía al tiempo en su regreso a Primera

Santi Cazorla está a punto de firmar otro capítulo inolvidable en su carrera. A sus 40 años, el mago de Lugo de Llanera se prepara para volver a competir en Primera División con el Real Oviedo, el club que lo vio crecer. Tras lograr el ascenso en una temporada histórica, el centrocampista afronta ahora un reto aún mayor: convertirse en uno de los jugadores más longevos en disputar minutos en la élite del fútbol español.

Su regreso al Tartiere no fue un simple acto simbólico. Volvió con la idea clara de ayudar al Oviedo a dar el salto de categoría, y lo consiguió. Aunque su participación sobre el césped fue medida, su influencia en el vestuario fue incuestionable. Su papel en la final del playoff y su emoción tras el pitido final ante el Mirandés confirmaron que su vuelta fue mucho más que una historia bonita.

Cazorla cumplirá 40 años el próximo 13 de diciembre y, si disputa minutos esta temporada, pasará a formar parte de una lista muy reducida de futbolistas que han jugado en Primera a esa edad. Entre los más veteranos figuran nombres como Donato, Joaquín, Ricardo o César Sánchez. Pocos, como él, lo habrán hecho después de una grave lesión, tras una etapa fuera de España y siendo pieza clave en un ascenso.

Pero más allá del dato estadístico, su continuidad habla de compromiso, ambición y amor por el escudo. Cazorla no sigue por nostalgia, sino porque siente que aún puede aportar. Su experiencia es un activo para el grupo y su talento, cuando aparece, sigue marcando diferencias.

Del niño que soñaba con jugar en el Tartiere al veterano que lo hará en Primera 22 años después de dejar el club. Santi Cazorla no entiende de edades, sino de ilusiones. Y las suyas siguen intactas.