Tantas aptitudes como pocos minutos
Christian Rivera no acaba de encontrar su sitio en el Sporting de Gijón. Las lesiones ya no justifican la escasa confianza, o directamente nula, que David Gallego proyecta con sus decisiones
Una trayectoria decadente a los 24 años no suele ser lo habitual. Eso es lo que le está sucediendo a Christian Rivera, uno de los fichajes más importantes que realizo el Sporting de Gijón el pasado verano. Un adquisición en propiedad con un contrato largo, hasta 2025.
El esfuerzo de la entidad asturiana por Christian Rivera fue sobresaliente. Por un lado, el director deportivo Javi Rico renunció a la contratación de un delantero, mientras que meses antes permitió, con una oferta tardía, la salida de Cristian Salvador, además de la de Javi Fuego. Dos futbolistas que, en su medida, contaban con la confianza de David Gallego. Un técnico al que ahora no parece agradarle la pieza que le trajo su director deportivo para tener un centro del campo, en teoría, más competitivo.
No en vano, como buena prueba de la poca seguridad que inspira en el cuerpo técnico, Christian Rivera se quedó en el banquillo el viernes pasado, cuando él era el relevo natural del sancionado José Gragera. Y es que ni tan siquiera tuvo minutos. Una ausencia que bien merece una explicación, más allá de la falta de ritmo que pueda tener el espigado mediocentro. Precisamente sin minutos su puesta a punto no es posible.
Sin embargo, su escasa participación no es una excepción o una particularidad que ahora le está sucediendo en el Sporting. Apenas ha jugado una docena de partidos entre las dos últimas temporadas y en tres equipos distintos. Lo curioso de todo es que acumula 51 partidos en Primera división, casi todos con Mendilibar en el Eibar y Francisco en el Huesca. Desde entonces, y de momento sin remedio en Gijón, su carrera está en declive.
Tampoco parece que David Gallego esté muy implicado en amortizar las grandes aptitudes de un jugador que, tal y como le presentó el club, debe "volver a empezar". De la plantilla rojiblanca, solo Marc Valiente, Babin y Diego Mariño tienen más partidos que él en Primera división.