Una alegría desbordada desde Elda a El Molinón acabando en Ranón

La fiesta rojiblanca se desató con el término del partido en el Pepico Amat con varios momentos icónicos dentro de la celebración de la clasificación para el play off

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Abrazo Elda
Guille Rosas abraza a la Mareona al término del partido en Elda
Lun, 03/06/2024 - 09:38

Un estallido como no se había vivido en toda la temporada. El final del curso regular en LaLiga Hypermotion se guardaba una última función a la altura de cualquier manicomio que se precie. Los tres equipos que llegaron con opciones de meterse en la promoción a la última jornada estuvieron dentro en algún momento. Al acabar la jornada, Sporting y Oviedo saborearon las mieles del éxito. Y la fiesta fue total en Elda y en Eibar. En clave rojiblanca, la celebración se extendía por muchos lugares. 

Elda fue el epicentro de la locura. El Fondo Sur del Pepico Amat, totalmente copado por camisetas rojiblancas, abrazaba a sus héroes. Algunos entre lágrimas, como Gaspar Campos o Guille Rosas, se fundían con la afición desplazada a Elda para vivir una última jornada que ya es historia del sportinguismo. La emoción se hacía notar, con futbolistas como Bamba o Hassan –sin minutos ayer– fuera de sí en el festejo. En la grada, más de lo mismo con varios rostros conocidos. El excapitán rojiblancos Alberto Lora sufría durante el partido y celebraba el play off al término del encuentro. También era suyo. 

Más lo era de Nacho Méndez. El de Luanco había pedido un favor a sus compañeros. La lesión le había apartado del final de la temporada regular, pero se negaba a dejar el año así. Por eso les había pedido el último esfuerzo para llegar a la promoción y poder volver a ayudar desde el césped. Misión cumplida. Viviendo el partido desde la grada visitante con el dorsal de Enzo Ferrero a la espalda, al acabar el partido saltó la valla para sumarse a la fiesta de sus compañeros. Clave esta temporada, el '10' celebraba un éxito del que tiene gran parte de culpa. 

Los ecos de Elda tenían su recepción en Gijón. La afición rojiblanca se congregaba en masa en los aledaños de El Molinón para seguir el partido. Muchos hubieran deseado estar en el Pepico Amat pero no todos tuvieron cabida en el estadio del Eldense. Un mini Pepico Amat se congregó ante las pantallas en los locales de restauración del estadio gijonés para estallar con el gol de Roque Mesa y completar el éxtasis con el final de la jornada. Todos ya velan armas para el encuentro del domingo. 

Un partido que ya se empezó a jugar a la llegada del equipo a Asturias. El aterrizaje del vuelo en el aeropuerto regional desató la fiesta. Medio centenar de aficionados se dieron cita en Ranón para brindar una calurosa bienvenida al equipo. "Que si, j***, que vamos a ascender", gritaba la afición rojiblanca para encontrar el coro de la plantilla. El toque sentimental lo ponía el más fiel. No ha fallado a una despedida, tampoco a una bienvenida. Tomás abrazaba a todos y a cada uno de los jugadores. También a un Miguel Ángel Ramírez, que volvió a sacar del armario la camiseta conmemorativa de Juan Carlos Ablanedo. El entrenador abrazaba a un Tomás que le respondía. "¡Lo conseguimos míster, cada vez quedan menos días ya...", le decía emocionado. Otra muestra, la enésima, de que al Sporting ya le está saliendo bien.