Aunque solo sea por curiosidad
Álvaro García, en su espacio 'Alvarito en Buenavista', escribe cómo este Oviedo ha sido capaz de convertir su escepticismo en esperanza. Por su cabeza ha pasado de todo, pero ahora considera que ha llegado el momento de creer
En mi época de adolescente me encantaba una película que se llamaba 'Martín Hache'. En ella hay un dialogo entre los actores Eusebio Poncela y Juan Diego Botto en el que el veterano actor le dice al argentino: “En la vida siempre hay que seguir, aunque solo sea por curiosidad”. Esto es lo que está pasándome este año con el Oviedo.
Llevo una temporada en la que en la primera jornada creía que podía ser un buen año. En la quinta ya quería echar al entrenador. En la décima pensaba que nos metíamos en playoff. En la 15 estaba seguro de que teníamos la mejor plantilla desde que volvimos al fútbol profesional. En la 20 quería volver a echar al entrenador, en la 30 pensaba que la única opción para meterse en playoff era agitar el árbol con un cambio de entrenador como única solución y ahora que solo quedan ocho jornadas para el final…
Ahora es cuando entiendo que es el momento de creer, de olvidar ese escepticismo que me invade desde que bajamos a Tercera división, de volver a ilusionarme, de que la gente vuelva al Tartiere para apoyar a este equipo que a falta de ocho jornadas para el final de Liga se ha colocado por sus propios méritos en puestos de playoff. Y a pesar de nuestras mis dudas.
Dicen que la falta de esperanza te destruye, pero también que la esperanza es lo último que se pierde. Pues qué mejor momento que este que estamos viviendo a falta de 24 puntos para volver a entusiasmarnos y que nadie nos quite la motivación de llegar ilusionados al último partido de liga y ver lo que nos depara el final de esta película. Aunque solo sea por curiosidad.