Cuando todo va mal
Pablo Detori, actual entrenador del Urraca, estrena su lugar en Killer Asturias con un artículo de vestuario. ¿Cómo atajar una mala racha de resultados?
Todos los aficionados al fútbol hemos visto en más de una ocasión a equipos pasar malas rachas de resultados. Dinámicas que la mayoría de las veces sólo las identificamos con los marcadores finales de los partidos. Tendemos a no tener en cuenta todos los motivos, que suelen ser muchos, y buscar rápidamente responsables. Empezando por los técnicos, jugadores o decisiones del club.
Lo que muchos aficionados no saben es lo que pasa dentro de los equipos en estas crisis de resultados. Lo primero, la desconfianza. Esta aparece en las oficinas en relación al técnico, que a su vez duda de los jugadores, quienes también sufren la incertidumbre y pierden la confianza en todo: técnico club e incluso compañeros. No deja de ser una manera de buscar culpables.
Esa desconfianza multiplica la importancia que se le dan a las pequeñas cosas que pasan en el día a día en un grupo de 30 personas. Lo que antes se pasaba por alto (una mala cara, una queja por jugar poco, un mal gesto a un compañero, una entrada dura en un entrenamiento, un reproche por un mal pase...) se lleva al terreno de lo personal. Cuando todo va mal cada detalle mina más tu estado de ánimo.
Una vez perdida la confianza, es este momento cuando aparecen los miedos. El del técnico por perder su puesto de trabajo, el de los jugadores por ver mermado su estatus en el equipo o su nuevo contrato. También al club le entra el temor eterno a la crítica, en cualquiera de sus formas, de sus socios y opinión pública. Cuando todo va mal esos miedos son el mayor obstáculo para cambiar la tendencia.
Al llegar a este punto solo hay una opción para la solución: Quitarse las caretas, mirarse a la cara sin reproches, detener las críticas por la espalda, no buscar culpables... Y que el primer contratiempo no sea un muro insalvable, sino un reto más para restablecer y afianzar la confianza entre todos. Cuando todo va mal, PERSONALIDAD.