Pájaros mojados

Alvarito García continúa con su espacio 'Alvarito en Buenavista' y lo hace con un artículo de viejas y recientes glorias que han pasado por el Carlos Tartiere. Afortunadamente, piensa Alvarito, esa filosofía ya es historia

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Careta Alvarito 2
Lun, 13/12/2021 - 11:20

Dice Quique González en la canción que da titulo a su disco de Pájaros Mojados que “el mundo gira en un sentido absurdo mientras yo te espero”. Así es como para mí giran las temporadas del Real Oviedo desde que volvió a nacer gracias a su afición y desde que aquel 31 de mayo del 2015 regresara a la liga de fútbol profesional.

Es también normal que cada verano me llenara de ilusión como buen seguidor de nuestro equipo, venían fichajes nuevos y jugadores con nombres de los que en mi vida había oído hablar pero que aun así hacían que me motivase a más no poder.

Hay muchos casos, pero el primero que me viene a la cabeza es el de Martín Alaníz, prometedor mediapunta uruguayo al que le describían así en la rueda de prensa de su presentación: “Es un jugador vertical, desequilibrante, con peligro, gol y polivalente en el aspecto ofensivo”. Jugó un total de 109 minutos en liga, su mayor logro fue jugar un partido completo con prórroga incluida contra el UCAM Murcia en la primera ronda de la Copa del Rey. Ese mismo año se fue a su país a pasar las vacaciones de Navidad y nunca más regresó.

Otro caso curioso es el del central argentino Nahuel Valentini que venia de jugar en la segunda división italiana. Su mayor logro antes de fichar por el Oviedo fue el haber sido compañero de Ángel Di María en sus comienzos en Rosario Central.

"Muy lindo llegar a un club y un proyecto tan importante. Con mucha ilusión y sueños por cumplir aquí" Su ilusión se quedó en una sola temporada jugando un total ocho partidos entre Liga y Copa.

Patrik Hidi jugador húngaro que se definía así mismo como “un jugador técnico, con capacidad de disparo y facilidad para dar pases largos”. Es cierto que no tuvo mucha suerte con las lesiones, pero sus disparos y pases se quedaron en una sola asistencia de gol en el primer partido de liga ante el Rayo Vallecano. Después desapareció.

Pero el caso más extraño fue el del que iba a ser el primer jugador colombiano en vestir la camiseta del Real Oviedo, Olmes García. Un refuerzo que llegó en el mercado de invierno para hacer más fuerte a la delantera formada por Toché y Linares.

La mala suerte de cebó con el ex del América de Cali. Anquela, entrenador del club azul por aquella época, aseguró no conocerlo y que necesitaba tiempo, pero justo cuando iba a ser convocado por primera vez, después de su mes de “tiempo de adaptación”, se lesionó y no consiguió entrar en ninguna convocatoria. Olmes volvió a su país y ningún colombiano ha vestido la elástica azul hasta el día de hoy.

Las cosas ahora pintan mejor, la plantilla es más reconocible, cuenta con jugadores asturianos que vienen de la cantera y que encima son titulares. Fichajes con experiencia contrastada tanto en Segunda como en Primera división, y jugadores extranjeros que marcan la diferencia como es el caso de Gastón Brugman, el compatriota de Alaníz.

Las cosas cambian, el mundo sigue girando, pero es el momento de decirle al enorme cantautor madrileño que ya no queremos esperar más, que es el momento de dar un golpe encima de la mesa y decir de una vez por todas que hemos vuelto y que ya no queremos ser pájaros mojados enfilados en la cuerda de tender.