Aarón Escandell y su consejero en la sombra
El meta del Real Oviedo volvió a detener un penalti con la ayuda de Jesús Unanua, clave en la elección del lado al que se tiró el valenciano
LA LIGA
Si el Real Oviedo logró sumar al menos un punto ante el Rayo Vallecano fue gracias, en gran medida, a Aarón Escandell. El portero de Carcagente fue clave en el resultado con la detención de un penalti a Isi Palazón cuando transcurría el minuto 69, con los azules con un jugador menos tras la expulsión de Ilyas Chaira.
Para frustración de Isi, Escandell se hijo grande bajo los palos, se tiró hacia su izquierda y detuvo el lanzamiento del atacante del Rayo. Una acción que celebró el Carlos Tartiere como si fuera un gol de los carbayones, al igual que el propio guardameta, que con el dedo señalaba hacia al banquillo dedicando su intervención.
¿A quién se dirigía? A Jesús Unanua, entrenador de porteros del Real Oviedo. El pamplonés, desde su posición, aconsejó a Escandell hacia dónde debía tirarse, conocedor de las preferencias de Isi Palazón. Y hacia ahí se tiró, consciente de que en más de una ocasión Unanua ya le había ayudado a detener más penaltis. Sin ir más lejos, hace unas semanas ante el Valencia en Mestalla.
🫂 𝘋𝘦𝘵𝘳𝘢́𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘩𝘦́𝘳𝘰𝘦 𝘩𝘢𝘺 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘦𝘭 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘥𝘦𝘳𝘰.
— Real Oviedo (@RealOviedo) November 25, 2025
📘 𝘌𝘭 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘥𝘦𝘵𝘳𝘢́𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢𝘥𝘰.
☝🏻 𝘌𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘺 𝘦𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘮𝘢𝘭𝘢𝘴, 𝘦𝘲𝘶𝘪𝘱𝘰#LALIGAHighlights #RealOviedo 🔵⚪️ pic.twitter.com/ftpBFKUVPx
"Gran parte se lo debo a Jesús, el entrenador de porteros del equipo. Él me decía que iba a ir allí, yo tenía dudas, pero si muero, muero con él en la orilla. Yo estoy con él al cien por cien. Aunque yo estoy en la portería, gran mérito es suyo", expresó Escandell tras el partido a las cámaras de Dazn.
En efecto, Unanua y Escandell comparten muchas horas en El Requexón, donde además de practicar bajo los palos también mantienen conversaciones sobre muchos aspectos del fútbol, como son los penaltis. Ya el curso pasado, el de Carcagente detuvo dos penas máximas, una de ellos ante el Málaga en el último suspiro para conservar un punto. Y allí, en la banda de La Rosaleda, también estaba Unanua, el consejero de Escandell en la sombra.