Abonados al club del descuento: La fe del Sporting no tiene comparación en Segunda

Cinco puntos ha arañado el equipo de Miguel Ángel Ramírez en los añadidos de esta temporada en El Molinón

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Celebración Sporting
El banquillo rojiblanco envuelve a Insua tras el gol ante el Zaragoza
Lun, 16/10/2023 - 09:45

Evitar atascos o perderse un gol del Sporting de Gijón en El Molinón. Esa es la duda que empieza a barruntar a los aficionados más inquietos que tienen la duda de salir antes del estadio para llegar antes a sus hogares. Todos aquellos que optan por la primera opción no han sido partícipes de tres momentos de locura generalizada en el feudo gijonés. Por tercera jornada, el equipo de Miguel Ángel Ramírez sumó puntos en el descuento. Nadie araña más que este Sporting en Segunda división en el tiempo añadido. 

Para muestra, tres botones. La fe de Dani Queipo ante el Burgos abrió el cajón de los truenos en el último segundo de partido. Dos jornadas después, Insua se estrenaría como héroe ante el Tenerife para dar dos puntos más al Sporting. Se quedó con buen sabor de boca el gallego que quiso repetir ante el Zaragoza. Agazapado, confiando no ser visto, irrumpió ante la confianza del portero maño para sumar un punto más al casillero de los descuentos rojiblancos. El más lleno de la Segunda división. 

Cinco puntos son los que ha conseguido el equipo de Miguel Ángel Ramírez en la prolongación del partido. Para poner en contexto, si los partidos de fútbol no tuvieran alargue, los rojiblancos tendrían 13 puntos y estarían a seis de la zona de playoff y a cuatro del descenso. La fe del Sporting en los minutos finales volvió a manifestarse ante el Zaragoza. Y la de El Molinón. El equipo jugó con algún jugador más la recta final de partido. 

El gol de Víctor Campuzano fue gasolina para el incendio de la grada. Después de que el catalán recortara distancias, la grada volvió a llevar a los suyos en volandas y amilanó al Zaragoza. Cada córner se celebraba entre la afición como si de un penalti se tratase. Y el éxtasis llegó con el gol de Insua. Una comunión entre grada y afición que volvió a jugar su papel para volver a sumar en el descuento. En las entrañas de El Molinón, se reconocía el trabajo del público. 

"El Molinón está teniendo mucha gente, es trabajo nuestro mantenerlo con trabajo y desempeño. Si estamos todos juntos vamos a poder sacar algo muy positivo (...) Me he girado hacia la grada en el segundo gol, la gente quería chocar la mano. Esa comunión es nuestra responsabilidad cuidarla porque nos están dando mucho", explicaba Ramírez. Un entrenador que ha sabido dotar a los suyos de fe y garra hasta que el árbitro pita el final. Los rivales deberán salir con la lección aprendida al estadio rojiblanco. "Noventa minuti en El Molinón son molto longos".