Cinco veranos más tarde, el Oviedo busca entrenador

El verano simboliza el descanso y el esparcimiento. El momento para la desconexión y la renovación de energías. Pero no para todos. Y es que si hay algún colectivo profesional que todavía intensifica más su carga de trabajo durante esta época del año son las direcciones deportivas de los equipos de fútbol. Principalmente focalizados en la búsqueda de oportunidades de mejora; primero en los banquillos, y luego en las plantillas. Sin embargo, el último lustro en Oviedo solo se ha explorado el mercado de futbolistas.

Los cinco veranos anteriores en el conjunto azul han significado un remanso de paz en lo que a elección de entrenador se refiere. Desde la elección de Anquela en 2017, durante el resto de mercados veraniegos, los diferentes directores deportivos que se fueron sucediendo solo se han centrado en la actualización de los futbolistas. La elección del inquilino del banquillo ya estaba resuelta una vez finalizada la temporada anterior.

Anquela llegó tras la destitución de Hierro como técnico oviedista. El malagueño terminó la la campaña 2016/17 con el Oviedo octavo, a dos puntos del play off. La entidad azul entendía que debía dar un giro radical y apostar por un técnico con experiencia en la categoría como lo era Anquela. El jienense mejoró los números de Hierro la temporada siguiente, pero no alcanzaron para meterse en promoción. Sin embargo, la dirección le dio otra oportunidad para la temporada 2018/19. 

En la siguiente temporada, el Oviedo parecía de nuevo mirar hacia arriba, pero sin dar el paso definitivo. Anquela fue destituido en la jornada 35, y Sergio Egea asumió el timón del equipo con el objetivo de meterse en puestos de play off. No lo consiguió. En cualquier caso, y avalada esta decisión por Arturo Elías, el argentino comenzó la temporada 2019/20. Sin embargo, un mal inicio liguero, con un solo punto en los cinco primeros encuentros, provocó su destitución. La solución parecía estar en el filial.

Javi Rozada, al igual que Egea, también llegó con el curso iniciado. El ovetense dirigió al Real Oviedo en 23 encuentros, pero sus números no se traducían en una mejora clasificatoria y los azules seguían en apuros. 6 victorias, 10 empates y 7 derrotas precipitaron su destitución en la jornada 28. De nuevo, un cambio en el banquillo con la temporada iniciada.

En ese momento le llegó el turno al Cuco Ziganda. El navarro consiguió de manera memorable la salvación del equipo y se ganó el derecho de seguir en el banquillo del Oviedo una temporada más. La campaña 2020/21 fue más tranquila, con el equipo en zona tibia y sin apenas pasar apuros por la permanencia. El pasado verano, la dirección deportiva apostó por la continuidad y Ziganda volvía a ser el elegido. Tras la salida del navarro, y cinco veranos más tarde, el Oviedo vuelve a buscar entrenador.