El banquillo del Sporting ya es otra cosa

Una plantilla amplia, pocas lesiones y muchos jugadores que perfectamente podrían ser titulares. Estos tres aspectos son los que todo entrenador quiere cuando se gira hacia su banquillo y busca poder cambiar el signo del partido. En ese sentido, el Sporting de Gijón ha podido dar un paso adelante en las últimas semanas. 

Había muchos argumentos en el banquillo rojiblanco durante el último encuentro disputado en El Molinón. Guille Rosas, que una semana antes había mostrado muy buen nivel, Fran Villalba, Queipo, Varane, Roque Mesa, Cali Izquierdoz, Campuzano... Futbolistas que muchos de ellos bien podrían haber sido titulares. No había hueco para todos. Tampoco cambios suficientes. Rosas se quedó sin jugar.

Frente al Burgos y en mayor medida contra el Tenerife, la lectura del entrenador resultó muy positiva, así como el rendimiento de los futbolistas que tuvieron minutos y no fueron titulares. Dos aspectos que suelen estar relacionados. Las decisiones del cuerpo técnico son buenas si el rendimiento de los cambios también lo es. Y para eso es fundamental contar con un banquillo de argumentos como el que tuvo el Sporting frente al Tenerife. 

Un encuentro muy igualado en la primera parte y rojiblanco en la segunda. El Sporting dio un paso adelante con los cambios, tuvo más el balón, más intensidad, rapidez y claridad en la circulación de balón. Roque Mesa se asoció por momentos con Villalba y Varane demostró su poderío físico. 

En ese sentido, al término de la victoria, Ramírez afirmaba sentirse muy satisfecho por la amplitud de su plantilla. Las lesiones también favorecen esa sensación. Sin embargo, la percepción no es plena. No al menos hasta que Campuzano también dé sus frutos. Menos esperanza hay con Jeraldino. Precisamente, eso fue lo que le faltó al banquillo del Sporting la pasada jornada. Un delantero que pudiera haber dado descanso a Djuka y, sobre todo, con más capacidad para generar peligro en el área rival. 

A la espera de la evolución de Queipo y Róber Pier, los 'recambios' al alcance de Ramírez en Andorra volverán a ser competitivos. Si se repite la tendencia con los dos sistemas, es probable que el banquillo sea más 'lujoso' cuando el conjunto gijonés juegue de local.