El Molinón afila el colmillo
Más de 19.000. En concreto, 19.769 espectadores vieron la victoria de su equipo en las gradas del municipal gijonés
Luis Manso
De los apenas 13.500 seguidores con los que El Molinón concluyó en marzo a los casi 20.000 espectadores que vieron in situ la victoria sobre el Lugo. La afición, poco a poco, ha ido llenando de nuevo las gradas. Y, precisamente, cuando más le necesita su equipo. La mejora en la dinámica del Sporting de Gijón se ha producido con una mayor afluencia al estadio.
Por la presión que generó al Granada y al Deportivo Alavés, así como por su exigencia el lunes. Son varias las pruebas que evidencian que El Molinón está sintiendo con intensidad cada uno de los últimos partido. La tensión por lo mucho que había en juego ha dejado en un plano secundario a la indiferencia de los primeros meses de año.
Además, la cifra de 19.769 espectadores, los que estuvieron en el triunfo sobre el conjunto gallego, supone la mejor entrada en lo que va de 2023 y la segunda mejor esta temporada. El techo hasta este momento son los 20.552 que asistieron al empate sin goles frente al Burgos en la jornada 3. Una marca que, y a pesar del paso por taquillas para parte de los abonados, se superará el sábado 13 de mayo en el derbi asturiano.
Por otra parte, y al margen del factor ambiental a favor de los rojiblancos y en contra del rival, El Molinón también mostró su colmillo durante la última cita. Lo hizo reclamando más verticalidad a los suyos tras el 1-0, cuando el Sporting trataba de atraer al Lugo para generar espacios en la última línea ofensiva. Fueron minutos de ligeros pitos hacia el equipo hasta que Guille Rosas los aplacó con su golazo.
Sin embargo, sobre todo tras la reanudación, la exigencia de El Molinón se cebó con Cristo González. El tinerfeño fue objeto de la crítica por una parte reducida de la afición, que insistió en el momento de su cambio. Eso sí, los aplausos fueron mayoritarios cuando fue sustituido por Aitor García.
Así, con el equipo muy cerca de la permanencia, El Molinón ha vuelto a ser el que acostumbra. El que intimida a los equipos rivales, el que exige atrevimiento a su equipo y el que a su vez genera debates entre sus fieles muy o nada flexibles. La próxima cita será la del derbi asturiano el sábado 13 de mayo.
